PS_NyG_1956v003n004p0131_0145

P. Buenaventura de Santamaría, O. F. M. Cap. 141 a) M isión en la iglesia. A cada iglesia parroquial se la asignó un equipo de misioneros. De cuatro a siete. Tres de los misioneros se encargaron de dirigir los actos tradicionales de Misión: misapredicada, por la mañana, y función religiosa, con plática y sermón, por la tarde. En cuanto a la predicación, los misioneros son libres para escoger los temas y también para su distribución a lo largo de las dos semanas. Pero conocen ya las necesidades de la región y los objetivos que se trata de lograr. Han de orientar la predicación en este sentido. A título de ilustración, lie aquí el programa de predicación que se siguió en la iglesia principal de Calais (Saint Pierre). Durante las misas se habló de la misma misa, en sus diversos aspectos, y sobre la per­ fección cristiana. En las asambleas de la tarde, al sermón precedía una pequeña glosa (de unos ocho mi­ nutos). Versó sobre estos puntos: La Justicia. —Deberes con los enfermos. —Las sectas. — Relación deéstas con la sepultura eclesiástica. —La Prensa. —La educación de los hijos. — El uso del dinero. —Asistencia a la misa y sentido de la Liturgia. —Enseñanza del Ca­ tecismo. —Cultura religiosa personal. —Manera de confesarse. Los temas de los sermones fueron: Dios Padre, Dios Amor y las exigencias de la pa­ ternidad de Dios. —Primera exigencia: la fe. —Actitud de rechazo del amor: el pecado. —Sanción de la acción buena y mala: cielo, infierno y purgatorio más allá de la muerte. —Ley evangélica del sacrificio para vivir en Cristiano; la libertad de los hijos de Dios. —La exigencia más difícil: el amor fraterno, la caridad. —Cristo, vidadel alma. — La Iglesia riquezadeCristo. —La plegariay lossacramentos. —El trabajo. —El sacramento del matrimonio. —El sacramento de la penitencia. —El testimonio del cristiano. Repetimos que la selección de temas a tratar es hecha por los misioneros particulares. Los dos sábados de estas semanas—estamos en Francia—quedaban vacantes. Algo que merece destacarse, dentro de la misión en la iglesia, es la importancia dada a la paraliturgia, es decir, a las escenificaciones plásticas, dentro de la iglesia, de verdades abstractas. Colaboran los miembros del equipo parroquial de liturgia y los niños. Los ade­ manes son sobrios, estilizados, y se comentan con textos más o menos escriturísticos. Aparte de las paraliturgias que cada equipo podia tener por su cuenta, estaban previstas en el programa general cuatro fiestas de paraliturgia: Fiesta de la Luz, del Bautismo, del Trabajo y de la Muerte. En cambio, se suprimieron ¡as procesiones y manifestaciones exteriores. Dicen que así lo impone el clima laico de Francia. Se corría el riesgo de provocar la reacción anticlerical. Esto impide en gran parte el que se pueda lograr lo que en España llamamos el clima de misión, para el conjunto de la ciudad. El control de la asistencia a los actos es llevado con minuciosa exactitud. En todas las parroquias, mañana y tarde, se han de llenar diagramas especiales con los cuales se infor­ ma al Estado Mayor de la Misión. Como dato revelador sobre este punto, podemos indicar que, en la parroquia deSaint Benoit (de carácter obrero, con 10.000 almas y un 8 por 100 de práctica religiosa), asistían a la misión el 35 por 100 de los «practicantes» normales. El resto, 65 por 100, eran «no practicantes». b) M isión de los barrios. Es uno de los aspectos más originales del C. P. M. I. De hecho, la Misión en la iglesia no «toca» más que una porción mínima de los misio- nandos, y ésta suele ser la menos necesitada. Es preciso llevar la Misión a los que no van a ella. De esta tarea se encargan, en cada equipo de centro, varios misioneros. Su labor se ejerce totalmente fuera de la Iglesia. Durante todo el día, estos misioneros de barrio se dedi­ can a hacer visitas a domicilio. Todos los hogares son sistemáticamente visitados. Este contacto directo del misionero con las familias se estima hoy como necesario. Aparte de este contacto apostólico, el misionero de barrio tiene, como actividad prin­ cipal organizar reuniones misionales en casas particulares. Normalmente éstas se tienen por familias o por problemas de interés común. Cada reunión suele componerse de miembros de un mismo nivel religioso. Se tienen fuera de las horas de trabajo. Normalmente, ya de noche. Las preside siempre el misionero o el coadjutor encargado de la zona.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz