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UN METODO MODERNO DE MI S IONES El Centro Pastoral de M isiones en el Interior (Francia), da lina respuesta convincente a la búsqueda inquieta de un método moderno de misiones. P R O P O S I T O En revistas y conversaciones, se palpa hoy el desaliento causado por la falta de eficacia profunda y duradera de las misiones entre fieles. Unos culpan a los misioneros, a su falta de preparación especializada para el apostolado moderno, a la ausencia de sentido actual en su predicación. Otros, los más, opinan que es preciso una renovación, desde la base, en la forma de concebir las misiones. En la polémica suscitada, me he encontrado con muchas «opiniones», pero con pocas respuestas que estudien sistemáticamente el problema. Sobre todo, no he hallado infor­ mación acerca de lo que se hace en otros países que tienen planteada la misma dificultad. En este artículo me propongo informar sobre la «solución» que, desde hace cinco años, está dando a! problema el Centro Pastoral de Misiones en el Interior (Francia). No impongo ningún modelo para trasplantar íntegramente a España. Presento, sí, unas cuantas lecciones, ya experimentadas, de pastoral misionera. Pueden ser útiles para que nues­ tros misioneros reflexionen sobre la urgencia de renovar fórmulas de misión excesivamente tradicionales y poco adaptadas a los tiempos. La información que tengo sobre el tema es directa. Este artículo no será más que una síntesis de los documentos que orientan la acción del C. P. M. I. También, he tratado ín­ timamente con sus principales misioneros y he seguido el desarrollo de una de sus misiones, la que tuvo su punto culminante en octubre de 1955, en Calais. Yo mismo soy misionero en España. INQUIETUD MISIONERA EN FRANCIA Es un hecho reconocido que la guerra de 1939 a 1945 sirvió para despertar vigorosa­ mente la conciencia misionera francesa. Circunstancias anormales hicieron que los sacerdotes tomaran contacto vivo con el pueblo. Campos de concentración, Ejército, «maquis», levas forzadas de trabajadores para Alemania... Esto mismo hizo que muchos franceses descubrieran al sacerdote, eficiente y actual, en medio del peligro. El resultado, quizá incongruente, de estas circunstancias conjuntadas fué una gran inquietud espiritual y una búsqueda afanosa por lograr métodos nuevos de apostolado, eficaces para hoy. La llamada «explosión misionera de Francia» puede fijarse en 1943; fecha en que los Abates H. Godin y Y. Daniel publicaban el folleto France Pays de M ission? Se inicia entonces una renovación de toda la Pastoral, a la cual se intenta dar un carácter estrictamente misionero, conquistador. No es suficiente la labor de conservación. Hoy la

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