PS_NyG_1956v003n004p0093_0116
P. Gabriel de Sotiello, O. F. M. Cap. 95 o u n a vuelta a la R efo rm a, «según la más estricta observancia» , y no han faltado quienes se han lanzado en brazos de la incredulidad y del ateísmo. ¿Qué significación le podem os d a r a to d o esto? La verdad es que la o b ra k ierk eg aard ian a, p ara cu an to s se acercan a ella desde cu alqu ier cam po del pen sam iento técnico, desde cualqu ier zon a especial de la vida del espíritu, hace el efecto de aquel «golpe de sol» que K ierkegaard, en el Diario de los últim os año s, atribuye al C ristianism o con respecto al hom bre n a tu ra l: su p ensam iento reb o ta y atra e invenciblem ente.» P ero frente a la utilización que se pu ed a hacer de K ierkegaard en un p la n o exclusivam ente filosófico, em ergerá siempre su aspecto religioso, h o n ta n a r úl tim o y decisivo de d ond e b ro ta su ocupación y sobre todo su p reocup ación. En las páginas que siguen se pretende d a r un a visión simplificada, pero lo menos d efo rm ad a que nos sea posible, del pensam iento del llam ado Sócrates danés acerca de las relaciones que existen en tre el Evangelio y la tem po ralid ad . Acaso ello sirva p ara d arn o s un a visión más hum an a de K ierkegaard que la que suele llegar hasta no so tro s cu ando sólo se le con sidera com o al B autista del Existencialismo. Y al m ism o tiem po, su fino análisis de la situación del cristianism o bien pud iera ser que nos ilum in ara acerca de m ás de cu a tro cosas en nu estra vida cristian a d en tro del catolicism o y con cretam en te del catolicism o español (1). E S T O O A Q U E L L O L as perspectivas desde las cuales podem os catalo g ar el pen sam iento hu m a n o son incontables, y no es fácil je ra rq u iza rla s to d a s según su m ayo r o m eno r valiosidad, p o r ser sencillam ente, cu alitativam ente diversas. P ero lo que p o r el m om en to me interesa es aqu ella observación de que se dan en la h isto ria de la av en tu ra filosófica dos clases de hom b res que m archan en d i rección opuesta a la co n q u ista de la realidad. U no s van hacia la un idad, hacia la conciliación arm o n io sa de los co n trario s. A ellos se deben las grandes sín tesis ideológicas y las recias metafísicas. Son los caballeros de la confianza, los qu e creen en un a posible conciliación del hom bre con el ser. P ara darles al gún nom b re, no del to d o arb itra rio , les vam os a llam ar «clásicos». ( 1 ) Para la confección de este estudio he utilizado, sobre todo, el Diario, «que se abre en los umbrales de la juventud del autor y se cierra pocos días antes de su muerte; la única obra que abre y cierra el misterio de la vida y del pensamiento de Kierkegaard», en la so berbia edición, en tres gruesos volúmenes, que ha preparado Cornelio Fabro, que es, des pués de la danesa, de difícil acceso, la más amplia e importante entre las publicadas hasta la fecha. — K i e r k e g a a r d , Diario a cura di Cornelio Fabro (Brescia, 1948 - 1951 ).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz