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CRISTIANISMO Y MUNDANIDAD A LG U N O S A SPECTOS DEL P EN SAM IEN TO R E L IG IO SO DE K IE R K E G A A R D D e las tres h istorias d e qu e somos to d o s p rotagonistas, según dice uno de los personajes de El yeto de Verónica: la histo ria de nuestra vida, la h istoria de nu estra alm a y la h isto ria de nu estro espíritu delan te de D ios N u estro Señor, la p rim era, p o r m ás indiferente y superficial, suele ser la m ás cono cid a. En K ierkegaard, a pesar de que su volum inosa producción literaria no es, ap aren tem en te, o tra cosa que u n a desvelación de sil vida íntim a, las dos últi­ m as h isto rias, la de su alm a y la de su religiosidad, son p ara noso tro s un m is­ terio y lo seguirán siendo p a ra los hom bres del fu tu ro . En cam b io , de su vida ex tern a, oficial, poseemos los d ato s suficientes p ara u n a b iografía relativ a­ m ente do cum en ta d a y com pleta. He aqu í algunas fechas notables que lim itan su vida. N ace el 5 de mayo de 1813 en C openhague. En 1830 se inscribe en la U niversidad. En 1840 se exam ina de T eología y obtiene la calificación de lau- dabilis. U n año más tarde, defiende en la F acu ltad de F ilo so fía su tesis d o c­ to ral sobre «El con cepto de la iron ía» . Asiste, en el curso de 1841-1842, en Ber­ lín, a las lecciones de Schelling, lecciones qu e en un principio sigue con e n tu ­ siasm o, hasta que poco a poco va com p rendiendo que aquello no le satisface, q u e to d o es u n a p u ra y d eslum b ran te vaciedad, y se vuelve desilusionado a su p equ eñ a D inam arca. Y em pieza a escribir. E ra ésta su vocación y a ella de­ dicó to d a su existencia. Se ha dicho que el escribir ha ocup ado to d a la vida de K ierkegaard y que la vida de K ierk eg aard ha o cup ado todos sus escritos. M uere, a los cu a re n ta y dos año s de edad, el 11 de noviembre de 1855. En el breve espacio de esos c u a ren ta y dos año s se desenvuelve la vida de aquel hom brecillo físicam ente insignificante, que no llam ó la atención del