PS_NyG_1956v003n004p0057_0092
P. Juliode Amaya, O. F. M. Cap. 77 lo r. P o r eso la h isto ria d e la san tid ad de la Iglesia es la h isto ria ín tim a del am o r a C risto, y p o r El, a la T rinidad. P o r tan to , p red icar a C risto es esclarecer su ser, su vida, su influencia actu al y su presencia en las alm as, su triun fo a través del a p o sto la d o y el reflejo de su vida g loriosa o doliente en ca d a gran acontecim iento de la h isto ria: en una reun ión de San Pedro en R om a, en un Congreso internacional, en un cam p o de con cen tración o en el subu rb io de una gran ciudad . Y en eso se h a de co n c reta r el objeto de la predicación. Sin m iedo a cansar. P o rq u e Evan gelio es bu en a nueva. Y Jesús es la novedad suprem a y perm anente. T od av ía hoy, p o r culpa nu estra, lo m ismo que m añ an a, ya quizá sin ella, Jesús puede decir a los hom b res: «¿Tanto tiem po llevo con v o s o tr o s .. . y tod av ía no me conocéis?» E l Verbo E n carn ad o es inagotable. c) Las fuen tes que manan a Cristo: El estudio de la cau sa m aterial nos lleva a hacer, siquiera sea de co rrid a, el de las fuentes de la p alab ra a p o stó lica. El lem a es de extensión considerable. Pero nos b astarán algunas ind ica ciones sob re c u a tro pun to s concretos y fund am en tales: V ida san ta, Biblia^ T rad ición , Teología. aa) Vida santa: La san tid ad d e vida, la vida in terio r y m ística será siem p re el m ejor medio dond e surja un con tenido de salvación p ara el m undo. E ntonces la p alab ra será nueva siem pre, p o rqu e p a rtirá de la experiencia p ro gresiva de D ios en el alm a. H ab larem o s com o hom b res con tag iado s de C risto y se cum p lirá en n o so tro s — perm ítasenos la in terp retación — el salm o : Cre- didi ropter quod loculus sum. La vida procede d e la vida, y su transm isión en el o rden espiritual está cond icion ad a a circunstancias interiores del sujeto tran sm iten te. Si la vida espiritual falla, se explica psicológicam ente que falte el acen to, el m atiz y el to n o que debe especificar al mensaje cristiano. Hay hom b res que predican sólo con su presencia; prescindiendo de su d en om in a ción extrínseca y ju ríd ic a de representantes de D ios y su verdad, El se revela en su ser y ejem plariza con su co ndu cta la posibilidad de una vida divina. Es, pues, la vida sa n ta un a fuente esencial del ap o sto lad o de la palab ra. M agníficos ch arlatan es se en cu en tran con frecuencia y el m undo sigue igual. H om b res de D ios escasean más. P orque esto supone la m editación y el silen cio. Este com o m edio p ara aqu élla. P o r eso no deja de tener su valo r el a d a g io : Silentium, pater prcedicatorum. En la oración se recibirán las órdenes que, com o a em bajadores de D ios, El no s tiene p rep a ra d as y que no so tro s hem os de cum p lir sirviéndonos del p ro p io arte diplom ático . En ella se resp ira la atm ósfera de D ios, en ella advierte el p red icad o r los tem as que debe elegir y el m odo concreto y práctico de ad a p ta rlo s. Y así po d rá h a b la r de D ios n atu ralm en te ( = con n atu ralidad ). La lengua sag rad a te n d rá en él un buen in té rp re te; ad q u irirá el acento verdadero
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz