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E L A P O S T O L A D O D E L A P A L A B R A El tem a está justificado plenam ente. Con un a justificación dogm ática y sociológica, de carácter p erm anente, p o r su trascendencia en todo s los aspec­ to s del orden n atu ral y sob ren atu ral. P or u n a justificación apolog ética en las circun stancias actuales de la cu ltu ra y del desenvolvim iento de la idea religiosa en el m u n d o (1). Y es esta segunda consideración la que nos mueve a en fren tarn o s con el p rob lem a: es urgente u n a defensa de la palabra. En efecto: el hecho de qu e se u n an dos vocablos — palab ra, a p o sto la d o — pud iera h acernos creer sin m ás que se percibe suficientemente la relación existente en tre ellas. Y es cierto que en los am bientes en que se m an tiene viva la idea religiosa tal com o procede de las fuentes de la revelación y del M agis­ terio eclesiástico, el aspecto kerygm ático de la p alab ra será fácil de com ­ prender. En los escritos n eotestam en tario s aparece frecuentem ente la fó rm u la ministerium verbi. P ero no nos hagam o s ilusiones. Las prim eras ideas que suscita el vocablo al hom bre no especializado de nu estra época, no parece que sean precisam ente aquellas que pud ieran po n er de manifiesto las funcio­ nes y los valores éticos y espirituales de la p alab ra. Esta no aparece de inme- (1) Añadiremos otro doble motivo personal que nos ha movido a escribir este ensayo. El primero para que sirviera de presentación a un Boletín de predicación que irá apareciendo periódicamente en nuestra revista, y en el que se tratarán con extensión — después de hacer el elenco bibliográfico más completo posible — todos los temas que sugiere el apostolado de la palabra y que aquí apenas pueden ser indicados. E l segundo es más concreto aún. Quisiera ser un sencillo homenaje a todos los predica­ dores capuchinos de Castilla. A los antiguos, por la gloriosa tradición apostólica que nos han legado y por los ejemplos con que continúan instruyéndonos; a los jóvenes, por el entu­ siasmo con que recogen esta sagrada herencia y la promesa de superación que nos ofrecen.