PS_NyG_1956v003n004p0005_0023

P. Carlos de Villapadierna, Prof. de Sagr. Escritura. León 13 de lo accesorio, la idea de la imagen que la encarna. En el Génesis, po r ejem ­ plo, an tes que perdernos en cuestiones discutibles, más o m enos útiles, dem os a conocer los ricos tesoros doctrinales, con relación a D ios (atrib u to s y per­ fecciones) y con relación al hom b re (dignidad y destino trascendente). M an ­ tengam os p rud en tem ente en la penum b ra los p un to s d iscu tidos: realidad o no realidad del árbo l de la vida y de la ciencia del bien y del mal. Hemos de rec o rd a r aqu í de nuevo la no rm a 6.a d a d a po r la reciente Instrucción de la Com isión Bíblica, que, au n q u e se refiere d irectam en te a reuniones, círculos, sem anas, etc., puede muy bien aplicarse a la enseñanza en catequesis y co le­ gios: «Quienes org an izan reuniones cuales se describen en el núm ero 4, o las dirigen, han de cu id ar muy bien de que se traten asun to s qu e prom u ev an la sólida instrucción de los oyentes en la fe y en la vida m oral y ascética, y exciten y acrecienten el am o r sincero a la S ag rada E scritura, y no alim en ten la van a cu rio sid ad y deseo de novedades.» Hay que explicar lo que interesa al niño, al alum no, y aquello que puede com p rend er: la d o ctrin a; y d ejar en la p enum b ra to d o aquello que no puede com p rend er o puede perju ­ dicarle. Si algún alum no m ás avispado p reg u n ta : «¿L a serpiente era un v erd ad ero an im a l? ¿H ay que creerlo ?» Se respond erá tajantem ente que la fe no nos obliga a e l l o .. . P ero se añ a d irá en seguida: «Real o no la serpiente, rep re­ sen ta ciertam en te al d iab lo .» Idéntica táctica en cu a n to a los árbo les del j a r ­ dín, etc. M as el catequista, y m ucho más el p rofesor de religión de colegios o d irecto r de círculos de estudio debe estar al co rrien te de las o rien taciones generales de la ciencia bíblica. P a ra ello, a falta de m anuales ad ecuado s, sirve b astan te bien algun a traducción m odern a de la Biblia con n o ta s: N ácar- C olunga, Biblia de Jerusalén, S traubinger. C ír c u l o s d e e s t u d io s . — Las círculos de estudio exigen explicaciones más am plias y razon ad as. P ero p o r tratarse de inteligencias más o m enos culti­ vadas, a veces con angustias y ansiedades de tipo religioso, inteligencias que en la m ayo r p arte de los casos in ten tan sab er el po rqué de tod as las cosas, re­ lacion ando instintivam ente cualquier dificultad en el cam po científico, social y económ ico con el prob lem a religioso, el d irec to r debe ser circunspecto en extrem o al a b o rd a r cuestiones más o m enos relacionadas con las verdades de la fe. H a de precisar claram en te la conexión existente en tre las hipótesis de las ciencias positivas, que ta n to cau tiv an a la investigación hum an a, y el depósito de la fe; según que la conexión sea más o m enos estrecha, así la libertad de los fieles en o p in a r será más o menos am plia. La Instrucción de la Pontifica Com isión Bíblica, del 15 de diciem bre de 1955, exige el cum ­ plim iento de estas condiciones en los círculos de estudio :

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz