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18 Proforistica de los nuevos avances bíblicos dotes y los encargados de in stru ir estén convencidos del gran v alo r de la Bi­ blia en la catequesis, de los rud im en to s de vida cristiana. Pues existen sacerdo­ tes, cad a día menos, a fo rtu n ad am e n te, que ju zg an la Biblia incom prensible p a ra los cristianos. C onsideran el A n tiguo T estam en to com o un a co sa a n ti­ c u a d a ; las epístolas del N uevo T estam en to y Apocalipsis, dem asiado ab stru sas. « ¿ P a ra qué tu rb a r las conciencias? M ejor es dejarles en la ig n o ran c ia p ia­ do sa de estos libros, pues p ara eso tienen el M agisterio d e la Iglesia, sacer­ dotes que les instruyen.» Sin em bargo, n ad a hay más opu esto a la p ráctica trad icion al de la Iglesia ya desde an tiguo . ¿Qué o tra cosa hizo la Iglesia en sus com ienzos qu e edu car a sus fieles y catecúm enos m ediante la Biblia? La Biblia no debe ser una colec­ ción de ejemplos, com o se hace o rd inariam en te, que ilustren la catequesis, sino la catequesis m isma. La Biblia debe ser la su stancia de las conferencias cate- quéticas, debidam ente explicada, ad a p ta d a , ilustrada. 2 . — M ed io s e fic a c e s p a r a e l r e n a c im ie n t o b íb l ic o . a) Trabajo universitario. — El renacim iento estable y seguro h a de fun ­ darse fo rzo sam en te en la enseñanza univ ersitaria: las U niversidades deben ser hogares y focos proyectores de luz escriturística. Los profesores universitarios, con sag rado s en alm a y co razón al estud io del T exto Sagrado, son los que d eterm inan , bajo las n o rm as del M agisterio eclesiástico, los verdadero s avances exegéticos, y p ro p o rc io n an a los profesores de Sem inarios, de In stitu to s, a los predicadores y divulgadores, la d o c trin a san a y au tén tica que debe ense­ ñarse a asp iran tes al sacerdocio y a los fieles. P o r eso es necesario — p ara un renacim iento bíblico eficaz y p erdu rab le — la existencia de profesores e in­ vestigadores com peten tes; y, adem ás, es necesario v alo ra r en to d a su cap ital im p o rta n cia las asign atu ras bíblicas en el p ro g ram a de estudios de Universi­ dades y Sem inarios. Es bueno rec o rd a r aqu í la Instrucción de la Pontificia Com isión Bíblica a los Excelentísimos O rd in ario s de lugar, a los Superiores de O rdenes religiosas, a los R ectores de S em inarios y profesores de S agrada E scritu ra, sobre la m a­ nera de en señar la S agrada E scritura en los Sem inarios y E scolasticados (13 de m ayo de 1950). E sta in strucción in te n ta urgir el que se pongan en p ráctica los sabios consejos d ad o s po r la encíclica Divino afflante Spiritu: «P ara que estas reco­ m endaciones y prescripciones del Sob erano Pontífice se lleven a efecto con el m áxim o cu id ado y fidelidad, la C om isión Pontificia de E studios Bíblicos h a ju zg ado útil aplicarlas de un m odo especial a la enseñanza bíblica en los

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