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16 Proforistica de los nuevos avances bíblicos exige, adem ás, el conocim iento, al menos en líneas generales, d e los ad elan ­ tos en el cam po de la in terp retación bíblica, a fin de podérselos com un icar a los demás. II M E D IO S PA R A UN R E N A C IM I E N T O B IB L IC O EN TR E SAC ERDOTES Y F IELES El C ardenal, d ifun to , de París, M anuel Suhard, p ropon e com o medio efi­ caz de regeneración y de reto rn o a D ios la vuelta a la Biblia: «Com o reacción c o n tra la tesis p ro testante, que fund ab a en ella el libre examen, los católicos se han retira d o m ucho tiem po de la riqueza infinita de la P alab ra de D ios. H oy este peligro ha q u ed ado con jurado , y vemos, con alegría, ap arecer un a corriente, cada vez más fuerte, en favor de los libros inspirados. E ducados en un m undo científico, técnico y m aterialista, los intelectuales de este tiem po no encuen tran ya a D ios en los cu ad ro s antiguos. Y a este Dios, que ac tú a en la H istoria, volverán po r un reto rn o a la econom ía bíblica. N os alen tam o s este movim iento con las precauciones que se im ponen p ara p erm an ecer en la verdad de la fe, de la cual tiene la Iglesia el depósito. P orque este m ovim iento espon tán eo nos parece que es providencial: en ningún sitio m ejor qu e en los P rofetas, en el Evangelio, en San P ablo y en el Apocalipsis, encon trarem o s testim on io de la g randeza y de la san tid ad de D ios» (7). A p a rtir de la encíclica Divino afflante Spirilu, se h an m ultiplicado, en los diversos países, las ediciones bíblicas en lengua vernácula, to d o lo cual ha co n trib u id o poderosam ente a la divulgación de la Biblia en el m undo fiel. 1. — R a í c e s d e l a r e n o v a c i ó n b í b l i c a . a) Ambiente litúrgico. — Es indiscutible el resurgim iento litúrgico en el m undo cató lico ; el pueblo p articip a más activa, gozosa y conscientem ente en la litu rgia de la Iglesia. Esto implica, necesariam ente, un m ayo r conocim ien to de la Biblia, puesto que el L ibro S ag rado constituye el meollo de lecciones, oraciones, an tífonas, etc. P rincipalm ente, las m isas dom inicales, en las que la lectura de la Biblia en lengua vulgar en cu en tra su función catequética ad e­ cu ad a, es un testim on io fehaciente de la actualid ad de la Biblia y de su signi- (7) Excmo. C a rd e n a l S u h a rd : Dios, Iglesia, Sacerdocio. (Ediciones «R ia lp ».) (M a ­ drid, 1953.) Pág. 197.

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