PS_NyG_1955v002n003p0257_0263

Fray Cesáreo ile Armellada 263 com o un arenal y un cenicero. E llo , sin em bargo, no im p lic a el m enosprecio ni el d iv o rcio . Y aunque el tema no queda agotado, n i m ucho menos, hemos de poner pun to final, porque ya hem os rebasado el espacio. ¿N a d a ra ro , nada n u e v o ? E so no lo busca la E tn o g ra fía , sin o la novela. T ra ­ tam os nosotros de cap ta r y d e scrib ir la realidad. L o adm irab le es que una trib u , que no ha sobrepasado la in stitu ció n fam ilia r, tenga ésta tan firm e, tan estable, tan sencilla y tan lib re de casi todas las deform aciones y artificio s. H e a q u í una c o n firm a ció n de que m uchas cosas actuales ab inilio non fuerunt sic. H e aq uí, d iría ­ m os con el P. S chm id t, cóm o al p rin c ip io no fué la im po ten cia, la in h a b ilid a d , la estupidez, la inm o ra lid a d , sin o el co n o cim ie n to , la capacidad , el ingenio, el orden m o ra l de la cria tu ra sa lid a de las m anos de D io s. Y ... principia rennn subsistunt. F r. Cesáreo de Armellada. P rofesor de M ico n o lo g ia .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz