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espiritualidad, al menos por lo que se refiere a la espiritualidad franciscana. Para L . Casutt, la dirección doctrinal es un trabajo posterior a la constitu» ción íntima del ideal de la vida franciscana. Así, después de recordar el conato de tantos teólogos que ven la clave del edificio teológico en el Amor comunicativo y liberal que nos da el Verbo Encarnado, independientemente del pecado del hombre, escribe: «Ma nella questione della natura dell'ideale di vita francescano si tratta non di ridurlo a un sistema teologico o filosofico, bensì di aferrare l'originaria reaitò francescana, che non si può penetrare senza il metodo dell' evoluzione storica. Con ciò è tracciata la via alla nostra indagine » (io ). E l método histórico es, en efecto, el que tiene las preferencias de L . Casutt. Para llegar al alma de San Francisco y percibir la herencia espiritual que intentó legar a sus hijos son las fuentes históricas las que deben hablar. El teólogo, con su sistema, vendrá más tarde. A l acercarnos al santuario del alma de San Francisco es necesario despojarnos de preocupaciones de escue= las, de sistemas prefijados. Prestar tan sólo atención a los latidos de aquel espíritu. Estos latidos, aunque de modo débil y borroso, los ha recogido la historia. Es, pues, el método histórico quien nos ha de guiar hasta el umbral de aquel santuario del espíritu. Llegados a él, el documento histórico deberá ser iluminado por una psicología de los fenómenos sobrenaturales, la única capaz de introducirnos en dicho santuario. Por ello, L . Casutt pide que al método histórico se una el psicológico. He aquí la luminosa razón que alega: «V'è anche nel Santodi Assisi un aspetto occulto, che non può esseresve velato attraverso l'indagine puramente storica, per quanto indispensabile sia il metodo storico; é neccesario ricorrere anche al fine intuito dello psicologo per riuscire a penetrare il più profondamente possibile nello spirito di Fran= cesco, poiché la vita interiore ha in lui una parte preponderante, e certi suoi atteggiamenti, como certe sue decisioni, non si possono comprendere se non si comprende il peculiare carattere della sua vita spirituale così ricca di contrasti» ( 11 ). Mas como la historia y la psicologia de un santo se halla toda ella encua= drada en esa realidad teològica que llamamos la gracia de Dios, de ahí la necesidad de que el método histórico y el psicológico sean complementados por el dogmático. También lo recuerda L . Casutt con estas palabras: «Certe lacune dell'indagine si possono colmare studiando il Santo anche dal punto di vista teologico, intendendo riferirci con questo non tanto al tenore dog= matico dei suoi insegnamenti, quanto piuttosto agl'influssi della vita mis= tica» ( 12 ). No obstante, esta referencia al punto de vista teològico que late necesariamente en toda vivencia mística, no ha utilizado L . Casutt suficien= temente este punto de vista en el estudio de la espiritualidad de San Fran= cisco y en la rica herencia, legada a sus hijos. Por eso su método, lo hemos llamado método histórico, o, si se prefiere, método liistór¡co=ps¡cológico. Veamos ahora cómo utiliza este método. L . Casutt inicia su análisis poniendo de relieve los ideales del joven Fran= 138 M é to d o para d eterm in a r las escuelas d e e s p iritu a lid a d católica (10) O. C., p. 10. (11) O. C„ p. 16. (12) Idem...

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