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Efectivamente, creemos que estas líneas son la clave de todo el desarrollo ulterior del libro. Y , por ellas y porque el autor ha enfocado las diversas es= cuelas de espiritualidad en función casi exclusiva del diverso modo de trazar la línea disputable del dogma, hemos llamado al método de S. Pañi «teológico» sistemático». De hecho, S. Pañi, al aplicar dicho método al problema histórico de las diversas escuelas de espiritualidad, prescinde de la vivencia de los Santos Fundadores o de los santos más representativos de dicha escuela para bus= car en los teólogos las diferencias peculiares de las mismas. Así, en la escuela franciscana de espiritualidad, Escoto pasa a ocupar el puesto de primacía que indisputablemente ha competido y compete al Seo. Padre San Fran» cisco y al Doctor Seráfico San Buenaventura, y los salmanticenses suplantan en la escuela.carmelitana a Santa Teresa (8). Pero dejando para más tarde la exposición de nuestra crítica objetiva, veamos ahora cómo aglutina las diver» sas escuelas de espiritualidad, según este procedimiento teológico=sistemático. Siguiendo a G . Cantini, O . F . M . ( 9 ), reduce a tres las escuelas de espi» ritualidad católica, cuya divisa pudiera ser, respectivamente: «Tutt oper la gloria», «Tutto per l'amore», «Tutto per il paradiso ». La escuela «Tutto per la gloria » se funda en el hecho de que somos criaturas de Dios, tanto en el orden de la naturaleza como en el de la gracia; de aquí se sigue la obligación que tiene toda creatura de dar gloria a Dios. Mas como el hombre, por el pecado original, atentó contra esta gloria, debida al Creador, todo el sistema teológico y ascético=místico de esta escuela tiene por finalidad resarcir a Dios en su gloria, que el pecado había violado. Por lo mismo, esta espiritualidad pro» pugna en dogmática la Encarnación del Verbo únicamente en función del pecado, y en ascética, ante todo, se preocupa del vince te ipsum, con el que San Ignacio abre la puerta al que quiera pasar el retiro de sus ejercicios espi» rituales. A esta escuela de espiritualidad pertenecen, según el autor, la espiritua» lidad dominicana, la ignaciana y la alfonsiana. Sobre la carmelitana suscita dudas, que pretende resolverlas exclusivamente por el método teológico» sistemático al definir que los Salmanticenses no comparten con Escoto la tesis del Primado de Cristo. Es precisamente esta tesis del Primado de Cristo el carácter primordial de la escuela que se puede definir por la divisa Tutto per l'amore. A ella pertenecen la escuela franciscana, la de San Francisco de Sales y la del car» denal Berulle. Las tres son cristocéntricas y ¡as tres organizan su teología y su ascético=mística en función del amor: del amor de Dios, sumamente liberal y difusivo, que nos da a Cristo independientemente de! pecado, y del 136 M é to d o para d eterm in a r las escuelas d e esp iritu a lid a d ca tó lica (8) Cf. o. c., p. 35-36. (9) G. Cantini publicó en La scuola cattolica, L X X V Ill, 1950, p. 103-125 un artículo: Le scuole cattoliche di spirituaiitá. Confrontando este art. con la obra de S. Pañi, se advierte la identidad substancial de doctrina. Ya el mismo S. Pañi nota esto en su introducción, ai tiempo que recuerda cómo su profesor Cantini utilizó alguno de sus pensamientos de discípulo. Esto crea entre ambos un pro­ blema literario de dependencia que a ellos toca resolver. Nosotros bien podemos colocar el método teológico-sistemático, tanto bajo el patronazgo de Cantini como de Pañi.

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