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P . P e la y o d e Z ctm a y ó n 1 1 9 E l comunismo es el acontecimiento más grave de nuestro tiempo. Si fuera solamente un partido político — aun suponiéndolo el más vio» lento de cuantos existen— , sería, sí, un acontecimiento importante; mas no revistiría la gravedad que indica mi precedente afirmación. S i fuera, además, una doctrina inspiradora de muchos partidos revolu= cionarios en casi todas las naciones del mundo, y totalitaria, es decir, que intentara dar con su materialismo una explicación completa de todos los problemas concernientes al Hombre y a la Historia; o, más claramente, a la vida del género humano tomada en toda su amplitud, y a todo cuanto existe, sería ciertamente algo mucho más grave todavía; pero aun entonces no alcanzaría la importancia que le atribuyo. Todavía más: si ese partido, basado en esa teoría, llegare a tomar en sus manos el mando supremo político de una o de varias naciones pequeñas y amantes de la paz — en la hipótesis inverosímil por ahora de que haya un comunismo que sinceramente quiera y procure vivir en paz con los Estados no comunistas y respetuosos de la Religión — , el hecho revistiría mayor gravedad aún que en los casos anteriores, pero no tanta cuanta se indica en la primera afirmación asentada. Finalmente, si esa nación, cuyo gobierno ha ido a parar en manos de un partido comunista, fuese muy poderosa, pero se contentara con el triunfo en su propia casa y no mantuviera aspiraciones imperialistas, el acontecí» miento revistiría proporciones gigantescas; pero aun en semejante caso, no llegaría a la trascendental y gravísima importancia que de hecho tiene. Mas he aquí que el comunismo — o, para hablar, con mayor precisión, el Partido Comunista de la U . R . S. S .— es todo eso junto: Un partido vio= lento hasta proclamar la revolución permanente; una doctrina totalitaria, creída y propagada con fanatismo; un gobierno absoluto y sin cortapisas de una nación que es la segunda más poderosa del mundo; un régimen que domina ya en más de la tercera parte del género humano y hacia el cual miran con esperanza de vago mesianismo casi la mitad de los habitantes de nuestro Globo terráqueo. Y , por encima de todo eso, es doctrina, partido, gobierno y régimen, que actúa con la persuación siguiente: «El estudio de la historia del Partido Comunista (b) de la U .R . S . S. fortalece la seguridad en el triunfo definitivo de la n n causa del Partido de Lenin=Sta!in, en el triunfo del comunismo en el mundo entero» ( 2 2 ). E l triunfo del c-'munis o en el mundo entero, entendiendo p o r cm u n i mo «la causa del Partido de Lenin=Stalin», es programa, aspiración y línea de conducta confesada pública y oficialment por el Comité Central (supre» mo) del P. C . (b.) de la U . R . S . S . E l cual quiso dar la máxima autenti» cidad a esta declaración, y para el efecto, nombró una Comisión especial que lo redactase, tradujese y publicase en idiomas extranjeros en el mismo Hecho tercero: E l Comunismo. (22) Historia del Partido Comunista bolchevique de la U. R. S. S., Moscú, 1939 página 4.
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