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festaciones externas de santidad que nos muestran ias fuentes históricas de la vida del Seráfico Fundador y sus primeros compañeros, y toda la epopeya de santidad que ha llevado en sus entrañas la Orden Franciscana a través de los siglos. Se detendría, sobre todo, en la concretez histórica y admirable de la pobreza, la simplicidad, el espíritu evangélico, la fraternidad univer= sal, bajo el dulce dominio de la idea de la paternidad Dios, la tierna devo= ción a la pasión de Cristo, a su misterio de Niño en el pesebre de Belén. E l estudio teológico de la espiritualidad franciscana nos llevaría, por su parte, a la raíz de donde surgen esas virtudes y esas predilecciones, a la motivación razonada de esa peculiar actitud dentro del Cristianismo. La primera parte, la histórica, posee en el Franciscanismo una biblio= grafía óptima y extensísima ( 2 ). Sus aspectos más variados han sido mate= ria de muy detenidos y valiosos estudios. Sobre todo, la vida del Seráfico Padre y de sus primeros compañeros. Podemos, pues, a este respecto estar satisfechos. No porque se haya alcanzado la meta más alta posible. Pero sí porque en cuestiones históricas de franciscanismo nos hallamos a la altura que en la condición de los tiempos actuales se puede desear. Por otra parte, es también abundante y digno el trabajo de los últimos tiempos por llegar a la penetración más justa de la filosofía, del pensamiento franciscano. Sin embargo, la conexión íntima y fecunda del pensamiento con la vida, la teología de la espiritualidad franciscana, no cuenta con esa riqueza de bibliografía. E s verdad que no se la puede decir olvidada. Son múltiples las referencias que se encuentran relativas al tema en las obras de uno y otro género a que aludimos arriba. Pero obras de conjunto, razonadas y pro= fundas, aún se están deseando, mientras abundan las obras que pudiéramos llamar descriptivas ( 3 ). Y es fácil que en este fallo de sistematización teórica esté la razón de las opiniones encontradas acerca de una cuestión científicamente impor= tante para el franciscanismo: La definición de su esencia. Todos han querido aferrarse a la elocuencia de la historia. Y así, mien= tras unos quieren ver en el mensaje del Poverello una proclamación de la paternidad de D ios y de la fraternidad universal, otros creen que la misión más fundamental de Francisco estuvo en la vindicación de la ultrajada «Dama Pobreza». No falta quien prefiera, como «quicio» de la actitud franciscana, la sencillez y humildad de «menores» en el mundo. Son bastantes los autores que se fijan de una manera poco precisa en el «retorno al Evangelio». Y hoy es común la sentencia que resume toda la vida franciscana en el «amor ardiente a Cristo Crucificado» ( 4 ), o simplemente a Cristo, Verbo Encar= nado. 82 S ím b o lo m e ta física e n la e s p ir itu a lid a d fra n cisca n a (2) V éase, p o r e jem p lo , la ú ltim a o b ra q u e so b re la h istoria fra n cisca n a c o n o c em o s y q u e p re se n ta u n ó p tim o com p e n d io d e la h is to rio g ra fía fra n cis ca n a : A sp u rz, O. F . M. c a p ., L á za ro de, Manual de Historia Franciscana, M adrid, 1954, pp. 13-23. (3) C fr. B ussum , o . c., p p. IX -X V I, d on d e se p u ed e e n c o n tr a r u n a selecta b ib lio g r a fía so b re la e sp iritu a lid a d fra n cisca n a . (4) C fr. A le n c o n , O. F . M. Cap. U ba ld d\ L’ame franciscaine, P arís, 1913.
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