PS_NyG_1955v002n002p0039_0079
P. Leandro d e Bilbao, O. F. M. Cap. 4 7 exigen mucho y acumulan sobre sí mismas dificultades y deberes y las que no se exigen nada especial, sino que para ellas vivir es ser en cada instante, lo que ya son, sin esfuerzo de perfección sobre sí mismos, boyas que van a la deriva» ( 4 ). Este sentido de «minoría» y «masa» divide a los hombres en superiores o inferiores, pero no en «clases». La masa puede darse en «las clases» dom¡= nantes; lo mismo que pueden encontrar finas minorías rectoras en el plano popular y obrerista. Indudablemente que estudiado el problema de «las masas» desde este punto cultural, y tal vez social, pero sin dar a lo social más intención que la meramente histórica, esto es, viendo en la sociedad sólo el plano donde se desarrolla la historia, quedaría suficientemente definida la masa en esas dos meras direcciones de lo selecto y lo vulgar, de «minoría» erguida por el ideal y la «mayoría» horizontal por carencia de estímulos superadores. La crisis provocada por este hecho en el ámbito histórico=cultural podrá ser grave, pero es mucho más grave en el terreno social, con sus dos vertien= tes: la religiosa y la político=economista. Es mucha la sangre que se ha derra= mado y tal vez sea mucha la reservada para el mismo sacrificio. El acceso de las masas a supremacías sociales es un hecho revolucionario de tal magnitud que rebasa descomunalmente las elegiacas predicciones de Ortega. «Lo crítico del momento está en el acceso de la masa a la rectoría social. La masa ha decidido eliminar a la minoría. Lo característico del mo= mentó es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone dondequiera. Como se dice en Norteamérica: ser diferente es indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado. Todo «el mundo» son ellos, los de la caravana, los de «la masa». Desde que Ortega escribió estas líneas hasta hoy han caído sobre la humanidad desastres como el Himalaya. El acontecer histórico se ha embalado con signo catastrófico que nos hace sospechar en razones más profundas que las encerradas en la historia de la cultura humana o en el cambio de los cuadros sociales. Por el momento, no me interesa discutir el tema. Sólo pretendo alcanzar los elementos necesarios para la definición de eso que llamanos «las masas». A) M u ltitu d en acción. Lo multitudinario en unidad de acción... Lo vulgar, lo ramplón, en coli= sión superadora o subyugante de lo exquisito, de lo selecto. La capa humana más próxima a la zoología en alza contra el creador de las formas egregias de la cultura. Se incorpora el hombre vulgar, amenazando con su mano de horangután. Este elemento componente de la masa, lo multitudinario es fundamental. Todos sabemos que en las sociedades modernas se han creado problemas (4 ) A. y o. c., p . 146 .
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz