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216 Hacia un m u n d o nuevo Quizá estas últimas palabras nos pudieran ilusionar sobre la solución de­ finitiva que propone Huizinga. Pero no es a Cristo como portador de un mensaje sobrenatural a quien mira Huizinga. Es tan sólo a Cristo como ins­ trumento de elevación cultural, como ideal meramente humano para todo hombre. Su solución, por ello, no supera la visión culturalista de la filosofía moderna, cuya máxima manifestación el mismo Huizinga la cree hallar en la cultura racionalista de los siglos X V II-X V III. M uy otro es el camino de salvación que proponen los dos últimos pen­ sadores a quienes vamos a consultar: Berdiaeff y Guardini. N . B erdiaeff y R. G uardini . Sobre la inminencia de la catástrofe uno y otro convienen. «La historia contemporánea se acaba, escribe Berdiaeff, y asistimos a los albores de una era desconocida a la cual habrá que dar un nombre... E l ritmo de la histo­ ria cambia: se hace catastrófico» ( 10). Guardini, ya desde el título mismo del libro anuncia la inminencia del peligro: Das Ende der Ncuzeit (n ). E l «tiempo nuevo» toca a su fin. Y ¿qué entienden por ((tiempo nuevo» Guardini y Berdiaeff? He aquí una nota fundamental que. separa la interpretación de Huizin­ ga de la de Berdiaeff y Guardini. Para estos últimos el «tiempo nuevo», cuya hora final va a sonar, es la cultura que nace en el Renacimiento, es aquel espíritu de individualismo subjetivista, de culto a la naturaleza, de supervaloración del saber y la ciencia. Este espíritu llega a su fin. Y todo porque en el Renacimiento la cultura europea tomó una curva peligrosa, cuyo fin ha sido el despeñadero del momento actual. Por eso el diagnóstico de estos últimos difiere también del que nos ha dado Huizinga. Este se li­ mita a examinar las lacras de este siglo XX . Parece como que la curva pe­ ligrosa se ha iniciado ahora, ante nuestros propios ojos. Berdiaeff y Guardini no ven del mismo modo el problema. Aceptan, sí, las observaciones de Hu i­ zinga; Guardini parece en ocasiones copiarle, especialmente cuando nos ha­ bla del maléfico triunfo del Bios sobre el Logos. Pero tanto Guardini como Berdiaeff van más lejos en la búsqueda de la crisis actual: llegan hasta el Renacimiento. A Berdiaeff le preocupa sobre todo el hacer ver que en definitiva el Re­ nacimiento como «humanismo» ha fracasado clamorosamente. «El huma­ nismo, escribe, no ha fortalecido sino que ha debilitado al hombre: tal es <10) Una nueva edad media. Reflexiones acerca de los destinos de Rusia y de Europa. Trad. españ. de J. Renom. 8 ed. Barcelona, p. 9. (11) Das Ende der Neuzeit. Ein Versuch zur Orientierung. Würzburg, 1950. No conocemos versión de esta obra a nuestra lengua.

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