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220 Hacia un inundo nuevo mes del poder, Guardini pronuncia estas palabras fatídicas: «Der Mensch steht wieder vor dem Chaos.» El hombre de nuevo se encuentra ante el caos. Una nueva edad apocalíptica nos aguarda. Han llegado los momentos difíciles tantas veces vaticinados en que todo aquel que sea sincero deberá sentir la soledad y el vacío en el camino de la verdad. Tres virtudes fundamentales pide Guardini a cuantos se interesan por el porvenir de nuestra cultura: amor sincero a la verdad, como ya vimos pedía Huizinga, valentía en este momento difícil, como exige Berdiaeff, y sobre todo ascetismo (20). En dar un sentido ascético a la vida convienen estos tres pensadores en oposición a la cínica propuesta spengleriana del triunfo de las alas de acero. En el libro de Guardini que venimos comentando, Das Ende der Neuzeit, no desarrolla ulteriormente su pensamiento, cerrando su estudio con la pe­ tición de las tres virtudes que hemos indicado. Pero en otras obras nos ha hablado de cómo estas virtudes deben estar insertas en un organismo uni­ versal que es la Iglesia. En esto se separa radicalmente Guardini, no sólo de la solución monstruosa de Spengler, sino también de las indicaciones, en parte muy acertadas, de Huizinga y Berdiaeff. A través de esta breve información nos parece haber dado cuenta del grave momento porque atravesamos. Creemos, sin embargo, que el tema merece mayor detención que la que le hemos podido dedicar en esta nota informativa. En otra ocasión estudiaremos el mismo tema a la luzkde los do­ cumentos pontificios de los últimos años. De esta suerte se iluminará más y mejor la problemática del momento, en cuya solución debe trabajar todo espíritu recto que sinceramente ame la verdad. P. V entosa , O. F. M . Cap. (20) o. c.. p. 98-99.

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