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] 5 8 D esarrollo y edu cación d e la in teligen cia Y no solamente nos habla la Psicología de las diferencias inter-indi- viduales que existen en cuanto a esta facultad, sino que también estudia de­ tenidamente las diferencias intra-individuales, es decir, los diferentes grados de inteligencia por los que pasa el individuo, siendo él mismo el término de la comparación. ¿Qué variación intelectual sufre el individuo con rela­ ción a sí mismo? ¿En qué medida se desarrolla su inteligencia? ¿Q u é nos d ic e i . a P sic o i . ogía so bre e s t e PROBLEMA? Ante este problema de la Psicología parece que necesariamente se nos plantea esta interrogante: ¿Cómo es posible medir un ser espiritual, ni tampoco sus potencias? Cuando hablamos en Psicología Experimental de «medida de la inteligen­ cia» nos referimos, como dice Galton, a un «método que trata de conseguir un conocimeinto general de las capacidades mentales del sujeto, mediante el estímulo de ciertos puntos críticos». No es que pretendamos medir la inteligencia con un test, lo mismo que si midiéramos una distancia ljneal con un metro. Una de las notas caracte­ rísticas de la medida de la inteligencia es la desigualdad de sus unidades. Y esto, que a primera vista pudiera sorprender, tiene una explicación muy sencilla, y es que la inteligencia misma es el patrón por donde se han he­ cho las medidas, y ésta se desarrolla formando una curva irregular. Cuando se habla de medida en Psicología no es raro observar actitudes escépticas. ¿«Quién es el ingenuo que cree en u les medidas»? A éstos podríamos plantearles este problema, en apariencia tan sencillo. ¿Cuánto mide el escritorio de su despacho? ¿Podrían contestar exacta­ mente a una pregunta tan sencilla como ésta ? Que digan simplemente cuán­ to mide de largo y cuánto de ancho. Cuando el carpintero que lo ha hecho nos dice que el escritorio mide, por ejemplo, 1,40 metros de largo por 1 metro de ancho, no es ésta una me­ dida completamente exacta. Pero aun hay más. Vamos a suponer que se ha elegido al mejor carpintero y que se ha tenido mucho cuidado en entregarle el metro de mayor preci­ sión que nos ha sido posible encontrar, y que el diestro carpintero, después de haber medido el escritorio, nos dice que, efectivamente, mide 1,40 metros de largo por 1 metro de ancho. ¿Es ésta la medida exacta? Sabido es que el escritorio, lo mismo que todos los cuerpos, cuando la temperatura sube sufre una dilatación, y cuando la temperatura baja se con- (1 ) M e n t a l T e s t s a n d M e a s u r e m e n t , M in d , 1890, 15, 373.

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