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]68 D esarrollo y edu cación d e la in teligen cia C ridas.— S í, examinémoslo ( 3 ). Y así continúa la discusión viva y sutilmente sobre si es posible la cien­ cia de la ciencia y de la ignorancia y sobre su utilidad. Se han querido apuntar algunos defectos pedagógicos en el diálogo socrá­ tico. Pero, ciertamente qué distinto el método socrático, el método activo, del procedimiento dogmático en que el profesor recita su incesante monó­ logo. Lecciones que el alumno aplicado conoce ya de antemano, a través de los apuntes, siempre los mismos, que se van heredando de generación en generación. E l profesor no se ve obligado a pensar ante sus alumnos sino a repetir el disco. N o se ve obligado a v iv ir intelectualmente para hacer vi­ v ir a sus alumnos. Respecto al modo de interrogar se plantean algunas cuestiones de bas­ tante importancia psicológica: ¿Se ha de designar primeramente al alum­ no y después hacer la pregunta, o por el contrario, hacer primero la pregun­ ta y después designar al alumno que ha de contestar? Como norma general parece más recomendable el segundo método, ya que de este modo se tie­ ne a los alumnos en continua vigilancia y atención. Sin embargo, cuando el profesor trata de conocer hasta dónde llega la capacidad intelectual del alumno, es más seguro designar primeramente al alumno y después hacer la pregunta, pues es de esta forma cuando se ponen en su máxima tensión todas las facultades del alumno y está éste en condi­ ciones de dar su rendimiento máximo. E l empleo del método activo no quiere decir que haya de ser de un modo exclusivo. Esto sería lo ideal, pero no es posible por falta de tiempo. Por eso no hay más remedio que enseñar al alumno de un modo dogmá­ tico muchas de las cosas que estudia, sin que esto sea obstáculo a enseñar al alumno a ser pensador, reflexivo, observador, a pensar por sí mismo. Y esto es lo importante, esa continua gimnasia intelectual por parte del educando. ¿En qué grados de la enseñanza ha de emplearse el método activo? Yo diría que en todos, no es más que cuestión de medida lo que separa a las clases inferiores de las superiores. Evidentemente cuanto más superiores sean las clases, las cuestiones han de ser más difíciles. M ientras que en las clases inferiores las respuestas se sucederán cortas y rápidas, en las clases superiores las contestaciones de los alumnos serán extensas y se les exigirá que manifiesten en sus respuestas su iniciativa, su actividad menta!, su talento, su pensamiento. V o y a enumerar rápidamente algunas de las condiciones principales de éxito del método activo : 1 ) Un personal escogido. 2 ) Clases poco numerosas. 3 ) Es necesario que el alumno se dé cuenta de lo que se espera de él. 4 ) E l profesor debe domi- (3) C A R M I0 E S , e n Obras Completas de Platón. T ra d . esp. de P . A Z C A R A T E . B ueno s A ire s , 1946. T o m . I, p ág. 221-224.

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