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rales, a pesar de la indudable y merecida simpatía que les profesaba. N o ha tenido pequeña parte en la boga literaria de los sacerdotes obreros la valiente ingenuidad con que afrontaron el problema social. El mismo François Mauriac advertía que si el apostolado entre los obre­ ros es una de las mayores glorias de la Iglesia en la Francia moderna, hay sin embargo una tendencia a no darse cuenta de que demasiados de nues­ tros verdaderos pobres son hoy los que usan guantes, y no es sólo el pan te­ rrenal el que escasea en nuestro tiempo. Aunqu e no directamente protagonizado por ningún sacerdote, mencio­ namos a continuación la novela del imaginativo y algo amargado novelista inglés, converso en 1930 al catolicismo, Evelyn W augh , Brideshead Revi- sited, su novela más profunda, que aborda francamente el tema de la solu­ ción católica, como única apropiada en la atmósfera de inquietud interior y descomposición intelectual de la postguerra. Aunque la solución no sea clara, tiene un gran valor estético, que es quizá lo único que se pretendió, aun­ que no fuera más que para disimular su aire de sermón. E l protagonista es un oxfordiano, Sebastián Flyte, snob, poco viril, ca­ tólico muy en el fondo. El tema católico aparece en los momentos más in­ esperados: una visita a una exposición agrícola, en una discusión sobre pintura o en medio de una borrachera. E l narrador Ryder, agnóstico, cuenta que en su educación «figuraba la asistencia a los oficios com o parte de la rutina del C oleg io; en cambio, en vacaciones, quedaba exento de esa obli­ gación». « A l catolicismo lo más que se le suele conceder es que es una secta com o otra cualquiera, sólo que absurdamente intransigente, hipócrita y cien­ tíficamente anticuada.» Los personajes son así : Lord Brideshead y Cordelia, el hermano mayor y la pequeña de doce años, son católicos fervientes: él, preocupado y muy estricto; ella, inocente y alegre com o un pájaro. Sebastián, el protagonista, y Julia, la otra hermana, creen en el fondo, pero no practican; él, despre­ ocupado y contento con la vida que lleva; ella, sólo pretende rehuir el tema. Lady Marchmain, la madre, es tan ferviente com o Brideshead, pero más comprensiva con sus hijos que éste con sus hermanos. La tesis es la acción de la Providencia en esta familia. Su gran lección es como D ios, res­ ponde a la menor llamada, a un tirón de la cuerda que nos une a El : «C om o haría un pescador al sentir el menor tirón en el anzuelo.» La novela ha molestado a los protestantes por sus burlas contra ellos; y a los católicos, por presentar com o testimonio de la crisis social a una fa­ milia católica. La moraleja de Brideshead Revisited es que los católicos siempre encon­ trarán en su fe, por muy apagada que les parezca, un medio de redención y un faro de esperanza. Los novelistas actuales al describir al sacerdote parece que han tenido particular interés en evitar lo que, no sabemos con qué fundamento, les 114 Reflejos de la predicación sagrada en la literatura actual