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con el título V einte años de estudios escotistas (i), en el que se pone de ma­ nifiesto el renacer del interés que está despertando Duns Escoto y las apor­ taciones que en esos años ilustraron diversos puntos de su ingente labor filo­ sófica. Ultimamente, en 1952 , publicaba el gran «Embajador de la Edad M e ­ dia», E. Gilson, un libro magnífico, com o casi todos los suyos, sobre Duns Escoto y sus posturas fundamentales ( 2 ). Este estallar de una floreciente primavera escotista nos lleva a escribir estas páginas, que quieren ser una orientación en un punto tan capital com o el del objeto de la Metafísica del D octor Sutil. N o se trata de una interpretación personal, sino de algo más m odesto: de dar a conocer, con la claridad y precisión posibles, los resultados a que han llegado los investigradores en torno a este punto inicial de una de las más profundas teorías del ser que encontramos en la historia de la filosofía europea. Si esclarecer los primeros pasos de una Metafísica, sea cual fuere, equi­ vale a dar con la clave de un sistema filosófico; esto resulta aún más verda­ dero tratándose de un sistesma de filosofía escolástica. C om o lo hacía no­ tar M . de W u lf ( 3 ), no se repetirá bastante que en el siglo XIII todas las cuestiones filosóficas son abordadas en función de la Metafísica y colocadas bajo su irradiación. La cosa es sorprendente en lógica y en ideología, donde la ciencia del ser rige la ciencia del conocimiento del ser. T o d o lo que los escolásticos de aquella centuria escribieron sobre D ios y el alma es Meta­ física aplicada, y no sería difícil demostrar que las teorías de la finalidad in­ manente forman una de las bases de la moral. E l objeto primero del entendimiento Una organización sistemática del pensamiento de Duns Escoto debe em­ pezar esclareciendo un problema metafísico-psicológico: el problema del ob- 86 El punto de partida de la metafísica de Duns Escoto (1) Bettoni, P. Efrem, O. F. M., Vent’anni di Studi Scotisti (1920-1940), Mila­ no, 1943. El P. Bettoni .ha dividido su trabajo en cuatro partes, en las que da a conocer las aportaciones que en esos veinte años se han hecho respectiva­ mente en torno a la vida de Escoto, a la autenticidad de sus obras y a su pensamiento filosófico y teológico. Hoy día la mejor reseña bibliográfica, no sólo en lo relativa a Escoto, sino a lo franciscano en general, es la que publica la Revista del Instituto Histórico de PP. Capuchinos de Roma, Collectanea Fran­ ciscana, de una amplitud de información y de competencia verdaderamente ex­ cepcionales, en frase del mismo P. Bettoni. (2) Gilson, Etienne, Jean Duns Scot, Inlroduction á ses positions fonda- mentales, Paris, J. Vrin, 1952, 700 pp. Durante cerca de cuarenta años, nos dice el autor, nunca se ha alejado por mucho tiempo del estudio y de la enseñanza de Escoto. Esta maduración y la competencia del eminente historiador de la Edad Media, que es M. Gilson, han contribuido a darnos la mejor obra m o d em en torno al pensamiento del Doctor Franciscano. (3) W u lf, M. De. Y eut-il une philosophie scolastique ?. en RAvue néoscolas- tique de Philosophie, 1927, ip. 13.

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