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gunos de los cuales exponen la univocidad de Escoto en sentido lógico ( 34 ), y otros en sentido metafísico ( 35 ). C om o segunda intención, el ser unívoco es un concepto lógico, aunque con fundamento en la cosa. Si lo consideramos en sí mismo, sobre todo si tenemos en cuenta lo que tanto hace notar Gilson acerca de la influencia de Avicena con su natura communis, en la concepción escotista del ser; en este caso podemos suscribir lo que el mismo Gilson ha dejado escrito en su estudio fundamental sobre E scoto: «Se da comunidad d e naturaleza, pero no comunidad física de sustancia, ni comunidad lógica de predicación ( 36 ). La explicación del fundamento de la univocidad no es sustancialmente otra que la explicación de la objetividad de los conceptos universales, salvo que en la Metafísica nos encontramos en un grado supre­ m o de abstracción, donde se abstrae, no de diferencias extrínsecas, como en el orden predicamental, sino de modos intrínsecos, concretamente idénticos con el ser. C ontenido objetivo del ser unívoco Hasta ahora hemos ido abriendo camino hacia el concepto unívoco del ser, según lo entiende Duns Escoto. Pero no hemos entrado en un punto definitivo del problema, que hoy se nos presenta acaso com o el más sugestivo y el más actual. Se trata de saber, en definitiva, si el ser escotista y, por con­ siguiente, la Metafísica del Sutil, se halla anclada en la línea esencialista, de tipo clásicamente helénico, o en la línea de la existencia. En otras palabras: ¿el contenido que responde al ser unívoco de Escoto es un contenido de esen­ cia o un contenido de existencia ? Sobre esta cuestión, los mismos escotistas están en perfecto desacuerdo. Podemos tomar com o exponentes de las dos posturas contrarias al eximio es­ cotista S. Belmond y al medievalista E. Gilson. Para Belmond no cabe duda de que el ser escotista es un ser «desesenciado»; es decir, llevado a una de­ puración tal de modos de ser concretos o de esencias, que sólo le queda el «csse», la existencia desnuda y simple, lo que, en una palabra, se opone a la nada. La comunidad del ser unívoco le viene del hecho que engloba en sí todo aquello que, de una forma u otra, no es la nada, incluyendo dentro de 100 El punto de partida de la metafísica de Duns Escoto (34) Belmond, Dieu, existence et cognosicibilité, París, 1913, p. 258: «Il faut donc convenir que du point de vue logique l’ens exprime un concept univoque, commun à tous les êtres.» (35) Woestyne, op. cit., pág. 196, escribe: «Non confundatur ordo metaphysi- cus cum ordine logico, nec univocum metaphysicum cum metaphysico logico... Metaiphysicus e contra res considérât: quamobrem, univocum dicit illud quod in pluribus existentibus independenter ab operatione mentis unum invenitur.» p. 500. J (36) Gilson, op. cit.. p. 114. /j

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