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P. Gabriel Je Sotiello 9 9 vcco del que hemos dicho que constituye el objeto de la Metafísica. Si re­ sultara que se trataba simplemente de una pura elaboración de la mente, sin ningún fundamento en la realidad, la Metafísica que habíamos pretendido salvar se quedaría en una ficción sujetiva de nuestro entendimiento. Para salvarla de la Física la hubiéramos hecho caer en la Lógica. Poseemos los textos, a primera vista contradictorios, pero cuya exégesis nos dará luz acerca del presente problema. En el primero se nos dice que D ios y la creatura no son diversos en los conceptos; pero que son diversos en la realidad, de tal modo que no convienen en ninguna realidad ( 32 ). En este texto de los Comentarios Oxonienses parece traslucirse que la famosa univocidad vamos a tener que reducirla a un mero concepto, sin fundamen­ to en la realidad. El otro texto nos dice que el concepto de ente, común a D ios y a la crea- tura, es un concepto real, com o causado por el entendimiento agente y el fantasma ( 33 ). Sin embargo, de esta aparente contradicción, no precipitemos el juicio creyendo que Escoto se contradice a sí mismo. Según otros pasajes de Escoto, la palabra «realitas» tiene en el léxico del Sutil una doble acepción. A veces se toma en sentido estricto y abarca al ser con sus m odos; es decir, al ser concretamente existiendo, sea finito o in­ finito; otras veces se toma la palabra en un sentido menos estricto, y en este caso significa el ser en sí, abstracción hecha de sus modos intrínsecos. En el primer texto que acabamos de citar, la palabra «realitas» se toma en sentido concreto; ahora bien, en este sentido es evidente que D ios y la creatura no convienen en ninguna realidad, ni se hallan comprendidos bajo ningún género predicamental. Y así queda explicado cómo, no obstante, no convenir en ninguna realidad predicamental D ios y la creatura, puede tener un fundamento real el concepto trascendental de ser. La mente abstrae de los modos intrínsecos y llega a obtener un concepto no adecuado de la rea­ lidad, sino imperfecto, diminutas, que llama Escoto. Este concepto es un universal metafísico fundado en la cosa. El concepto unívoco de Escoto es ese m ismo universal, pero com o segunda intención, en estado de predica- bilidad, un universal lógico. C on esto podemos comprender la doble tendencia entre neoescotistas, al- (32) «Deus et creatura non sunt primo diversa in conceptibus; sunt tamen primo diversa in realitate, quia in nulla realitate conveniunt.» Ox., 1, d. 8, q. 3, n. 11. (33) «Conceptus entis communis Deo et creaturae est conceptus realis, quia omnis conceptus, qui imprimitur in intellectu passibili ab intellectu agente et phantasmate vel qui includitur in conceptu, qui imprimitur ab eis, est realis.» Prima Lectura, 1, d. 3, q. 17, in cod. Wa, f. 19 vb-20 ra. citado -por Barth en De univocationis entis natura apud Duna Scotum, art. cit., p. 44.

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