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consiste simplemente en la unidad del concepto; la metafísica en la unidad del género próximo, y la física, en la comunidad de naturaleza o de especie. b). Su trascendencia .— ¿Es verdaderamente trascendente ese concepto univoco tai cual lo concibe Escoto? Es este un ataque que se ha dirigido con frecuencia contra el objeto de la Metafísica escotista. La univocidad no es posible defenderla a no ser a nesgo de sacrificar o la multiplicidad de los seres o la trascendencia del concepto unívoco. Escoto, al querer evitar el panteís m o y al mismo tiempo la analogía, habría tenido que reducir el concepto de ser a un concepto genérico. Vamos a ver brevemente el pensamiento de nues tro autor en torno a este problema. An te todo, Escoto distingue en el ser los modos intrínsecos y las propie dades tracendentales. ¿Qué entiende por modos intrínsecos o últimas diferencias ? El P. W oes- tyne define los modos intrínsecos de esta forma: Est realitas subiectum con- trahens et determinans, cum subiecto nihilomimts realiter identificata ( 18 ). Es decir, se trata de una determinación intrínseca de la esencia, que designa simplemente la manera cóm o esa esencia existe. Lo comprenderemos mejor si comparamos esta determinación intrínseca con la diferencia extrínseca que va concretando el ser predicamental en el árbol de Porfirio. La diferencia ra cional se le añade al género animal, está fuera de su esencia y forma com posición con ella. En cambio, en los modos intrínsecos no hay composición de ninguna clase. El ser finito o infinito no es ser más finitud o ser más infinitud. El concepto de ser infinito es simple, porque significa solamente el ser en su grado supremo de intensidad, del mismo m odo que una blancura intensa no es un concepto compuesto de blancura e intensidad. Estos modos intrínsecos o diferencias últimas se nos presentan en los binarios de fimto- infinito, acto-potencia, causado-incausado... Estos modos intrínsecos no es tán incluidos necesariamente en el ser común, pero están esencialmente in cluidos en alguno de los seres. «Se predican esencialmente de todo aquello de lo cual el ser se predica esencialmente» ( 19 ). . Por trascendentales entendemos aquellas propiedades del ser que afec tan a todo ser y que son convertibles con el ser. Pues bien, la dificultad se mueve precisamente en torno al m odo cómo se predica el ser de las diferencias últimas y de los trascendentales. F .1 mismo Escoto dice claramente: «E l ser no puede predicarse en sentido unívoco in quid de las diferencias últimas y de las propiedades trascendentales del ser» 94 El punto de partida de la metafísica de Duns Escoto (18) Woestyne, P. F. Z. Van De, Cursus Philosophirus, Mechliniae, 1921, t. 1. p. 483. (19) G ilson , O. c., p. 99.
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