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E L P U N T O D E P A R T I D A D E L A M E T A F Í S I C A D E D U N S E S C O T O Resulta bastante problemático el que se pueda hablar hoy de interés por los últimos — o primeros — problemas de la filosofía clásica. Sufrimos crisis de grandes principios rectores y sobra de «pequeños principios», de teorías acerca de este o aquel problema filosófico. Pero si los temas fundamentales de la Metafísica no despiertan preocupación mayormente en los filósofos, sí cuando se los estudia desde el punto de vista histórico. N o nos interesa gran cosa la teoría platónica de las Ideas, pero nos gusta saber qué era, exac­ tamente, lo que quería decir Platón cuando dialogaba en la Academ ia acerca del mundo maravilloso de las Ideas. C on los grandes escolásticos nos pasa, en buena parte, una cosa bastante parecida. Aquella secular y casi dramática polémica entre tomistas, escotis- tas y nominales es hoy, a lo sumo, un tema de interés para la historia; pero nadie o muy pocos tienen interés en alistarse con armas y bagajes, con la incondicionalidad del que luchaba, pro aris et focis, en alguna de aquellas antiguas y gloriosas banderas. Los estudios, seriamente preparados muchos de ellos, que desde la restauración de la Escolástica se han venido publican­ do en libros y revistas, son estudios de hermenéutica más que estudios de tesis. Obedecen a un afán de comprensión histórica más que a una preocu­ pación íntimamente filosófica. Acaso sea esta labor esclarecedora lo que ne­ cesitaba con más urgencia nuestra vieja Philosophia perennis, com o preám­ bulo para un ulterior trabajo de sondeo filosófico. U n o de los autores clásicos sobre los que se han presentado estudios más copiosos y dignos es el D octor de la Escuela franciscana Juan Duns Escoto. En 1943 publicaba el P. Efren Bettoni un amplio informe bibliográfico

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