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68 Valoración de la Metafísica suficientemente demostrado con aquellc asentado que dichas nociones son muy exigen un estudio solícito y esmerado. Fáltanos por exponer la tercera premisa, a saber: esta explicación o es tudio científico y profundo no puede realizarlo ninguna de las ciencias par ticulares. La razón de semejante incapacidad radica precisamente en el ca rácter de comunes que revisten aquéllas; en el hecho de hallarse en todas y cada una de las ciencias particulares. Lo cual lleva consigo dos consecuen cias : primera, por dicho motivo caen fuera del objeto propio de cada una de ellas; siendo más universales que él, no quedan circunscritas dentro de la extensión de tal objeto, sino que lo rebasan; si alguna ciencia particular intentara estudiarlas a fondo, cometería una extralimitación. Y — consecuen cia segunda muy afín a la precedente— . ¿Qué ciencia las estudiaría? Pues to que en todas intervienen con igual o parecida importancia, todas tendrían el derecho y la necesidad de estudiarlas, de modo que los primeros diez o doce capítulos de la Geometría, de la Química y de la Botánica... resulta rían idénticos, pues serían en todos los casos una exposición a fondo de las referidas nociones. ;Y qué decir de semejante proyecto? Primero, nadie lo ha realizado hasta ahora; segundo, aunque algún «científico» intentara rea lizarlo, su labor se reduciría a arrancar esos doce o más capítulos a la Metafí sica y colocarlos fuera de su lugar. Evidentemente, dicho estudio esmerado y riguroso postula otra ciencia, de la cual sea objeto propio y exclusivo, la ciencia superior a todas las demás, la más universal, la «más común», la Metafísica. Esta es, pues, necesaria para el conocimiento preciso y profun do de las ciencias particulares. «Cum sensus sit cognitio particulanum, intellectus per hoc ab ipso differri videtur, quod umversalia comprehendit. Unde et illa scientia máxime est mtqllectualis, quae circa principia máxime uni- versalia versatur. Quae quidem sunt ens, et ea quae consequuntur ens, ut unum et multa, potentia et actus. Huiusmodi autem non de- bent omnino indeterminata remanere, cum sine his completa cogni- tio de his quae sunt propria alicui generi vel speciei, haberi non pos- sit. Nec iterum in una aliqua particulari scientia tractari debent; quia cum his unumquodque genus entium ad sui cognitionem in- digeat, pari ratione in qualiber particulari scientia tractarentur. Un de restat quod in una communi scientia huiusmodi tractentur; quae cum máxime intellectualis sit, est aliarum regulatrix» ( 37 )— escribía ya a este propósito el Doctor Angélico. s tres ejemplos. Queda, pues, bien importantes y muy difíciles. Luego (37) In X II libros Metaphysicorum Aristotelis commentario. Proèmium. E d . Marietti, T a u rin i, 1926, págs. 1-2.
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