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P, Pelayo de Zamayón 6 3 Primera, por la identidad parcial del objeto y de los principios, es decir: el ser real, la verdad trascendental, el valor real del conocimiento y el de los primeros principios. Segunda, por la identidad parcial del fin, que es establecer científicamente y defender el valor de la Metafísica y demás ciencias. Y tercera, la identidad parcial del método, que tanto para la una como para la otra consiste, no en la demostración propiamente dicha, sino en la declaración y la argumentación indirecta. Luego el objeto de la ciencia exige la Metafísica desde esos tres aspec­ tos primordiales: La solución del problema crítico; la esencia de los ob­ jetos sensibles; la existencia y naturaleza de la substancia inmaterial e in­ mutable. 3 .— Pruebas por razón de las ciencias particulares Estas exigen la Metafísica por dos motivos fundamentales: Por la es­ tructura íntima de cada una y por el Fin último a que todas ellas se di­ rigen. ¿ i i - A .— Por su estructura: Fácil es recordar que ciencia es el conjunto sistematizado de conoci­ mientos ciertos sobre un objeto formal determinado, conocimientos obte­ nidos por sus causas propias, las lógicas y las reales o, por lo menos, las lógicas. Tales son la Geometría, la Física, la Química, la Botánica... Analizadas en cuanto a su contenido, hallamos que contienen nociones comunes a todas ellas, conceptos y principios propios peculiares de cada una; y además, cuando de ciencias naturales se trata, hechos que pueden ser o simplemente observados o también provocados mediante experimen­ tos metódicos. Pues bien: cada ciencia particular puede muy bien bastarse a sí misma en lo referente a «sus hechos)) para observarlos, comprobarlos, medirlos, reproducirlos y clasificarlos: puede asimismo ser suficiente por sí sola para elaborar, manejar, corregir y aplicar «sus conceptos propios», basándose en tales hechos científicamente observados y clasificados: pero en cuanto a las nociones comunes y a los principios— tanto los comunes como los propios— , no puede prescindir del auxilio de la Metafísica. a) Las nociones comunes. — Estas son: primero, indispensables; se­ gundo, difíciles; tercero, al mismo tiempo escapan al estudio de cada cien­ cia particular. Luego es necesaria la Metafísica, la ciencia superior, la más amplia, la universalísima, a cuyo objeto específico pertenezca el estudio de las sobredichas nociones. Esta consecuencia se impone con evidencia pal­ maria: examinaré, pues, las premisas. Como el tema es básico, convendrá hacer un análisis esmerado. Las «nociones comunes» son indispensables a toda ciencia, porque for­ man como el subsuelo del campo del saber científico, como la trama y ur

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