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60 Valoración de la Metafísica versal, tiene por objeto formal el ente de razón— el raciocinio en cuanto raciocinio, el juicio en cuanto juicio y el concepto en cuanto concepto— , pueden darnos a conocer una naturaleza inmaterial e inmutable. Luego por razón del objeto es necesaria una ciencia superior que estu die lo inmaterial y se remonte hasta la causa primera de los seres, Dios. Por esto Aristóteles llamó a la Metafísica Filosofía primera y Teología. El argumento es en sustancia del mismo Aristóteles en diversas partes de sus libros sobre Metafísica. Por ejemplo, el pasaje que encabeza este estudio, en el cual dice: «Importa averiguar si la ciencia del ser en tanto que ser es o no una ciencia universal. Cada una de las ciencias matemáticas trata de un género de seres determinado; la ciencia universal abraza to dos los seres. Por tanto, si las sustancias físicas fuesen las primeras entre todas las esencias, entonces la primera de todas las ciencias se ría la física. Pero si existe otra naturaleza, una sustancia indepen diente e inmóvil, es preciso aue la ciencia de esta naturaleza sea otra ciencia, una ciencia anterior a la física, una ciencia universal por su misma anterioridad» ( 29 ). b) Pero hay más todavía. Aun dentro del mundo material existe alijo de realidad— la esencia íntima de las cosas sensibles— que las ciencias par ticulares no nos pueden dar a conocer; y de hecho no lo pretenden siquie ra. Por consiguiente, está exigiendo una ciencia superior. Un breve aná lisis inductivo nos lo hará ver con relativa facilidad. En efecto: Las ciencias, que denominamos físico-químicas, tienen oor objeto de sus investigaciones y enseñanzas las cualidades sensibles, los cambios, las actividades, el movimiento tomado en toda su amplitud, el «ens mobile», que decían los antiguos, estudiado con la aplicación de los métodos inductivos V con el aoovo de las matemáticas. Pero consideran la sustancia de los cuerpos no en sí misma, en su esencia, en cuanto a su cons titutivo intrínseco; sino en cuanto es principio de ese «movimiento», de esas propiedades, desde la simple traslación local hasta la recientemente descubierta desintegración atómica: es decir, desde un aspecto real, sí, rea- lísimo; pero solamente exterior, relativo, va que el movimiento es algo realmente distinto de la substancia. Lo mismo— en sentido análogo— cabe decir de las matemáticas: Son las ciencias de la cantidad, del «ens quantum». Pero no estudian la canti dad en sí misma, sino en cuanto «mensurable», tanto la discreta como la continua. También de la mensurabilidad puede decirse lo mismo que del movimiento: es una propiedad real, realísima (y muy útil), pero no es la ( 29 ) Met. K ( X I ) , 7 , 1064 b 10 .
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