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podemos preguntar por la última razón de la comunicabilidad de esta na turaleza divina, o por qué la esencia estática de Dios viene a ser principio de operación y comunicación dinámica. Tal vez nadie haya estudiado tan a fondo el problema del constitutivo metafísico de Dios bajo este nuevo aspecto como el expositor del Angélico, Juan de Santo Tomás ( 63 ), cuya doctrina sobre esta cuestión no ha sido justamente valorada y, quizá, ni rectamente comprendida. Comienza Juan de Santo Tomás el análisis de este problema con la observación de que por constitutivo de la naturaleza divina no entiende el constitutivo de la misma entidad divina en cuanto tal, sino que bajo este nombre se significa a la divinidad en cuanto es raíz de las operaciones, y de todo aquello que en Dios es concebido como «(propiedad» o ((pasión». Al tratar, por tanto, del constitutivo metafísico de la naturaleza divina es cribe que «non est praesens quaesrio de constitutivo hujus entitatis et subs- tantiae sub concepto isto transcendentali: sed quid sit fórmale constitutivum illius specialis conceptus, in quo natura divina ut natura, secernitur a con cepta attributomm et Personarum et sumitur ut ab illis condistincta nostro modo intelligendi» ( 64 ). Planteado en estos términos el problema, he aquí a qué conclusiones llega e! célebre expositor de Santo Tomás: «Sit prima conclusio: Non potest natura divina secundum con- ceptum naturae nostro modo intelligendi constituí per ipsum esse, quantumcumque sumatur in abstracto; sed per ipsum esse a se constituitur formaliter ratio entis mcreati seu divini sub concepta communi et quasi transcendentali ad naturam, attributa et personas; non sub conceptu propio et formali naturae, ut distinguitur ab istis attributis et Personis. Sit secunda conclusio: Intellectus in actu secundo... in Deo per- tinet ad constitutionem naturae, quatenus est purus et ultimus actus, atque adeo per modum substantiae se habens et non per modum egressionis vel accidentis» ( 65 ). No nos preocupa al presente valorar la tesis de Juan de Santo Tomás; pero si es muy digno de notarse, para comprender las diversas tendencias dentro de la teología católica, hasta donde algunos representantes de la es cuela intelectualista han llevado sus afirmaciones. Para esta dirección, el entendimiento, que como potencia psicológica es superior a la voluntad, es 28 La metafísica del Bien en la Teología de San Buenaventura (63) Cursus theolop., In I part., q. 14, a. 2, ed. Solesmes, t. II, p. 336-348. París, 1934. (64) O. c.. p. 336. . (65) O. c., p. 338.
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