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P. Feliciano de Ventosa toda la vida divina es el ser, el ser pleno según la definición que se dio a sí mismo, hablando con Moisés en el monte santo ( 6 o). Otro tercer texto vamos a alegar por ser extraordinariamente claro, aun que sobre él volvamos más tarde, pues es clave en la interpretación de la metafísica del «Bien» en la teología de San Buenaventura. Dice así: «Si loquamur de nominibus, quae Deus sibi imposuit, cum ipse se propie intelligat, hujusmodi nomina sunt propia; et talia dicuntur bonum et qui est. Unde Dionysius videtur velle, quod illud nomen bonum solum sit propium et principale; Damascenus vero, quod illud nomen qui est solum est propium et principale; et unus attendit in nomine perfectionem, alter absolutionem, uterque tamen propie- tatem» ( 61 ). Es patente el propósito de San Buenaventura de armonizar en esta oca sión a San Juan Damasceno con el Pseudo-Dionisio. San Buenaventura re suelve netamente la cuestión, afirmando que el nombre primero de Dios en sentido absoluto secundum absolutionem es el ser, Qui est. Lo mismo pudiera argumentarse del cap. V del Itinerarium, si bien en esta ocasión se trata más bien de una primacía en el orden del conoci miento ( 62 ). Creemos, con todo, que este cap. del Itinerarium, a la luz de los textos que llevamos analizados, corrobora la interpretación propuesta so bre el constitutivo metafísico de Dios en la doctrina bonaventuriana. Pero el problema del constitutivo metafísico de Dios nos parece de una complejidad mayor que la estudiada hasta aquí. Hav otro punto de vista des de el que se puede avizorar el misterio de Dios de la formalidad meramente estática de la esencia y del ser. Es usual en las escuelas indicar que la misma esencia en cuanto principio de operación o de comunicación recibe el nom bre de naturaleza (natura). Según la definición clásica, naturaleza es la mis ma esencia en cuanto principium quo de toda operación en el ser. Ahora bien; si la naturaleza es el principio de toda operación y en Dios se da una plenitud de vida actuante, es claro que con todo fundamento nos (60) N o creemos sea preciso insistir en que el va lo r de los argumentos teo lógicos sobre el constitutivo metafísico de Dios, tanto en San Buenavent.un como en los demás escolásticos es independiente del va lo r exegético del famoso texto escriturario: Ego sum qui sum. (61) In I Sent., d. 22, q. 3, in Corp.: t. I, p. 395 b. (62) Itinerarium c. IV , n. 1: t V , p. 3 0 8 b : «...p e r quae intelligim us dúos modos seu gradus contemplandi Dei invisibilia et aeterna, quorum unus versa- tu r circa essentialia Dei, alius vero circa propia Personarum . P rim u s modus prim o et principaüter defigit aspectum in ipsum esse, dicens. quod qui est est primum nomen Dei ».
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