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de las palabras que hemos subrayado en el texto citado : Quod de Deo di- citur, reducitur ad esse . De estos textos se debe concluir que si San Buena­ ventura en su concepción del ser divino llena los requisitos del constitutivo metafisico y, además, aquí y en otros lugares afirma taxativamente que es el ser el nombre propio y primero de Dios, el nombre que por antonomasia se dió a Sí mismo, se debe concluir, digo, que San Buenaventura «tiene al ser por verdadero constitutivo metafisico de la esencia divina». Profundizando aún más en el texto citado, advertimos que precisamen­ te el Seo. Doctor insiste en que el ser es lo primero en Dios al presentarnos en breve síntesis el insondable piélago de la vida divina, ya en sí misma (vida trinitaria), ya en su relación con las creaturas (comunicaciones «ad extra»). Pues bien; presidiendo toda la realidad divina está el concepto de ser: Yo soy el que soy es lo primero en Dios para San Buenaventura. Después que la mente ha concebido a Dios en la plenitud del ser, ve a este ser comunicarse de un modo necesario en la vida trinitaria. Por último, este mismo ser se comunica igualmente en las creaturas, pero en donación li­ bérrima. Este es el orden metafisico-teològico con que la mente humana pretende alcanzar algo del misterio de Dios, según lo intuyó el Doctor Seráfico. En confirmación de esta interpretación metafísica bonaventuriana pode­ mos alegar ciue, escrutando atrevida y noblemente en la vida trinitaria, en­ cuentra una primera razón metafísica de esa vida en el mismo concepto de ser. Así habla en la primera de sus Collat. in Hexaem. : «Esse enim non est msi dupliciter: vel esse quod est ex se et secundum se et propter se, vel esse, quod est ex alio et secundum aliud et propter aliud. Necesse etiam est, ut esse, quod est ex se, sit secundum se et propter se. Esse ex se in ratione originantis; esse secundum se in ratione exemplantis, et esse propter se in ratione fi- nientis et terminantis... Pater in ratione originantis principii; Fi- lius in ratione exemplantis medii; Spirtus Sanctus in ratione termi­ nantis complementi» ( 58 ). No entra dentro de nuestro estudio el analizar el valor de estas deduc­ ciones trinitarias ( 59 ); pero no podemos menos de constatar, y esto creemos que de un modo definitivo, cómo para el Seo. Doctor el origen fontal de 26 La metafísica elei Bien en la Teología Je San Buenaventura (58) Collat. in Hexaem., col. I, n. 12; t. V , p. 331a. (59) Sobre el va lo r probativo do estas deducciones o razones necesarias, véase en el estudio cit. del P. V illalm onte, p. 28-32.