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poder comunicativo del «Bien» en virtud del cual viene a ser la Causa Uni­ versal de cuanto tiene realidad es uno de los temas preferidos por el Pseudo- Dionisio, haciéndolo sentir como un «slogan» a través de las páginas de sus tratados. Los escolásticos sintetizaron esta doctrina metafísica en aquel famoso principio de tanta resonancia en la metafísica y teológica medioe­ vales: Bonum est diffusivum sui. Los escoliastas de las obras de San Buenaventura nos advierten que es­ te principio está tomado quoad sensum del Pseudo-Dionisio. Efectivamen­ te, el texto del principio no se encuentra literalmente en el Corpus Diony- siacum; pero la doctrina metafísica que contiene es un estrato primordial en la concepción dionisíaca del descenso de los seres ( 40 ). Nos vamos a permitir alegar algunos de los textos que mejor resumen esta doctrina del «Bien» difusivo y que mayor repercusión tuvieron en la elaboración escolástica de la doctrina trinitaria. Como la traducción de Es­ coto Eriúgena es en este pasaje muy oscura, nos vemos a permitir una tra­ ducción directa del original: «Pasamos ahora al estudio de esta denominación de «Bien», con la que los teólogos definen la Deidad supra-divina, cuando la consi­ deran en su absoluta trascendencia. Llaman, yo creo, Bondad a la misma sustancia de la Tearquía y afirman que esta Bondad, en cuanto «Bien» esencial, extiende su Bondad a todo ser. Así como nuestro sol ilumina en virtud de su ser mismo y no por reflexión y propósito todo cuanto existe, según la medida y proporción que conviene a cada cual, del mismo modo el «Bien» distribuye los ra­ yos de su Bondad a todos los seres, según la capacidad de los mismos.» ( 41 ) Este bellísimo párrafo con el que da principio al capítulo IV De Divinis Nominibus, de capital importancia en la metafísica dionisística, tiene su réplica en el mismo capítulo, unas páginas después, en las que completa la idea del «Bien», que se difunde como sol radiante, con la idea de «Bien», que transforma en Eros su tendencia a darse y comunicarse ( 42 ). Así leemos en este mismo capítulo I V : «Osemos decir aún más: es por la superabundancia de la Bon­ dad por lo que la Causa Universal desea amorosamente todo ser y 20 La metafísica del Bien en la Teología de San Buenaventura (40) Cf. De Divinis Nominibus, c. IV : De Caelesti Hierarchia, c. IV . (41) De Divinis Nominibus, c. IV (ed. Solesmes), p. (42) Sobre la relación y diferencia entre éros y agápe, véase X . Z u b iri, o. c., p. 479-480. Para este m ismo tema en el Pseudo-Dionisio M . de Gandillac, en el Préface a Oeuvres complètes... p. 37-38.

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