NG200803003

A. SÁNCHEZ CABACO - A. RISCO LÁZARO - E. SALVINO GOMES 708 NAT. GRACIA LV 3/septiembre-diciembre, 2008, 697-721, ISSN: 0470-3790 manifiesta su orientación al sentido, por lo tanto, la responsabilidad es el fundamento más profundo del ser humano ya que manifiesta su respuesta a los problemas y retos que le plantea la vida. De este modo cada persona tiene en sí la capacidad de autodirigirse adecua- damente eligiendo sus propios valores, tomando sus propias deci- siones, siendo responsable de sí misma, definiendo sus actitudes en el mundo a partir de su conciencia, confeccionando, de este modo, un proyecto de realización vital. Tal como afirma Frankl, “ vivir sig- nifica asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo ” (Frankl, 1985, p. 79). Considera que el hombre es responsable de realizar el sentido en el momento presente porque ignora si tendrá otro momento para realizarlo. Por lo tanto, si el hombre es responsable de su existencia y frente a su existencia, el sentido de la vida implica algo más que el mero actuar en el transcurrir del tiempo. En cada instante irrepetible que la vida le ofrece, el hombre habrá de elegir responsablemente el valor que engarce más correctamente con el sentido de su vida. Mediante esta acción responsable el hombre es capaz incluso de modificar el sentido del pasado y modelar el sentido del futuro (Freire, 2007). Se trata de hacer consciente a la persona de sus propias responsabili- dades de modo que su tarea en la vida tendrá una razón de ser ante su propia conciencia, ante Dios o ante la sociedad. Comprender la vida humana de este modo implica considerar que ésta tiene una razón de ser, una misión, una tarea que realizar en el mundo. La Logoterapia postula que la misión de la vida pre- valece siempre, para todas las personas y en todos los casos, por lo que no en vano ha sido denominada como “ síntesis integradora del ser humano y su misión en este mundo ” (Lukas, 2004, 8). Sostiene, como uno de sus principios fundamentales, que es en la aceptación de la vida humana como una tarea a realizar en todos los casos, incluso en los que se presentan más difíciles, donde la persona se manifiesta en toda su grandeza y posibilidad, superándose a sí misma y a todos los condicionamientos del entorno, aflorando en ella su libertad interior. Éste constituye el punto culmen de toda la práctica logoterapéutica.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz