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FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS 688 NAT. GRACIA LV 3/septiembre-diciembre, 2008, 629-693, ISSN: 0470-3790 pero, por otra, era un recurso mágico para hacer presente al dios. De ahí que, en la concepción vulgar (de todas las religiones) la misma imagen puede fácilmente convertirse en una especie de divinidad; esto es algo que –mutatis mutandis– se da por desgracia también en el mundo cristiano, en el que abundan los ejemplos de esa venera- ción de las imágenes sagradas 36 . En la visión de la imagen de la divinidad el espectador no debe quedarse en la reproducción de lo que aparece al exterior; debe llegar a la contemplación de la acción y el poder predominante que posee. El culto tributado a un animal no termina en él; llega hasta el poder fecundante que posee o hasta su poder sin más. considerado de forma absoluta. Naturalmente que este poder no siempre benefi- cia al hombre. La imagen de los dioses es, además, portadora de un “símbolo” y es irrecognoscible sin él. La forma humana de la imagen simboliza lo que en ella se expresa. Las religiones antiguas del Próximo Oriente (Egipto, Siria, Meso- potamia) solían suplicar y adorar a sus dioses en sus imágenes, y hacían que estuvieran presentes en el sacrificio mediante las imáge- nes, o al menos, mediante una columna ( maseba , una piedra cultual, una piedra memorial, una piedra tumba, una piedra límite o mojón, pero sobre todo una piedra que se erige al lado del altar v simboliza la presencia de la divinidad) 37 . La imagen como lugar de veneración es conocida ya en el neo- lítico. En el tiempo del bronce encontramos la imagen como símbolo de adoración. La imagen de la divinidad y de su adoración no apa- rece en todas partes. Como síntesis, digamos lo siguiente: En la vene- ración de las imágenes, que considere un contenido imaginativo más allá de lo representado, expresado como símbolo o actitud, la crítica ya se ha manifestado por lo que se refiere a la figura imaginativa. Pero también debe notarse que esta crítica no está en condiciones de dar el tiro de gracia a la veneración de las imágenes en general. 36 H. A. MERTENS, Manual de la Biblia . Aspectos literarios, históricos y cultu- rales”, Barcelona 1989, 677. 37 ID., O.c., en Las Religiones Antiguas, 677, párrafo 2°.

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