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FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS 678 NAT. GRACIA LV 3/septiembre-diciembre, 2008, 629-693, ISSN: 0470-3790 Estos versos ponen el misterio de la naturaleza en contacto con la sabiduría de Dios. Si se había afirmado que el mundo había sido creado con sabiduría: “¡Cuántas son tus obras, oh Yahvé, y cuán sabiamente ordenadas (Sal 104,24); aquí la jokmah , según su ser original, se convierte en principio cósmico. Lo mismo se afirma en Pr 8 , sobre este principio divino del mundo. Si aquí la sabiduría es reconocida como maestra, se afirma que el principio de su autori- dad es su origen anterior a todo lo creado y su relación íntima con el creador: Pr 8,22-31. ¿Por qué pasa la sabiduría del terreno personal al cósmico? No basta hablar de la influencia o mitologúmenos babilónico, egipcio o persa. Debe contarse con el contacto con el mundo del helenismo y de su filosofía natural. Su concepción del mundo fue asumida por la sabiduría. La segunda causa fue su elevación a la categoría de hipóstasis. En la lengua poética oriental casi nunca puede evitarse la duda de si es una expresión poética o dogmática. La personificación de la mal- dad y de la necedad en el libro de los Proverbios (7, 10ss; 9, 13ss) puede ser expresión poética. Pero esta utilización era muy frecuente y la personificación de la sabiduría pudo llegar a su hipostatización. Y aunque las expresiones de Jb 28 y Pr 8 pudieran entenderse como meras imágenes, en las que la voluntad y el pensamiento de Dios ya aparezcan como surgiendo a Dios, y sean pensadas como un poder personal independiente, esto es contradicho decididamente por la descripción de apócrifos que no ofrecen duda alguna sobre la enti- dad independiente de la sabiduría. Si allí es presentada como brotando de la boca del Altísimo (Si 24,3, un aliento del poder de Dios, efluvio (salida) de la gloria de Señor omnipotente, resplandor de la luz eterna, reflejo de la bondad de Dios ( Sb 7,25-26: “Porque es un hálito del poder divino y una emanación pura de la gloria de Dios omnipotente, por lo cual nada manchado hay en ella. Es el resplandor de la luz eterna, el espejo sin mancha del actuar de Dios, imagen de su bondad”, y partícipe en la majestad divina, en la santidad y el amor. Habita entre los ángeles del cielo y es la más valiosa de entre las obras de Dios” (Sb 8,4: “por- que está en los secretos de la ciencia de Dios, y es directora de sus