NG200803002
SUCEDÁNEOS DIVINOS NAT. GRACIA LV 3/septiembre-diciembre, 2008, 629-693, ISSN: 0470-3790 667 para siempre” (Is 59,21) y del juicio y del exterminio del que la habitación de Yahvé librará a los salvados. d) Pero no sólo la comunidad, sino también el individuo se consolará con este ayudador y asistente: “No me arrojes de tu pre- sencia y no quites de mi tu santo espíritu” (Is 51,13). “Enséñame a hacer tu voluntad, pues eres mi Dios. Tu espíritu es bueno, llévame por camino llano” (Sal 143,10). La Sabiduría personificada derra- mará su espíritu sobre los que le temen: “El principio de la Sabiduría es el temor de Yahvé, y son necios los que desprecian la sabiduría y la instrucción” (Pr 1,7). “El principio de la Sabiduría es el temor de Yahvé; conocer al santo, eso es inteligencia” (Pr 9,10). “El temor de Yahvé es fuente de vida, que aleja de los lazos de la muerte” (Pr 14,27). “El temor de Yahvé es enseñanza de sabiduría, y a la honra precede la sumisión” (Pr 15,33). “Hizo de los hombres su morada para siempre, y será siempre fiel a la progenie humana”. “La ple- nitud de la Sabiduría es temer al Señor; embriaga con sus frutos a quien la tiene” (Si 1,16.18). e) La acción del espíritu se extenderá a ámbitos más amplios de la vida: “Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, pues había puesto Moisés sus manos sobre él. Los hijos de Israel le obedecieron, como Yahvé se lo había mandado a Moisés” (Dt 34,9). “También de los hijos de Manases vinieron a unirse a David, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl, aunque no combatió, porque los príncipes de los filisteos, habido consejo, le despidie- ron diciendo: “Se pasaría a Saúl con peligro de nuestras cabezas” (1 Cro, 12, 19): el espíritu, no mencionado explícitamente en este pasaje, debe tener la intención de “acción política”. También se halla presente en las acciones cultuales: “Te servirás para ello de los hombres diestros que ha llenado el espíritu de sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Arón, para con- sagrarle, para que ejerzan mi sacerdocio” (Ex 28,3). “Le he llenado del espíritu de Dios, de sabiduría, de entendimiento y de saber para toda clase de obras, para toda suerte de manufacturas” (Ex 31,2): “Y todos aquellos a quienes impulsaba su ánimo a ofrecer dones a Yahvé para la obra del tabernáculo del testimonio y todo cuanto para el culto y las vestiduras sagradas era necesario” (Ex 35,21).
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