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FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS 646 NAT. GRACIA LV 3/septiembre-diciembre, 2008, 629-693, ISSN: 0470-3790 shekina (= habitación-presencia) a Sión, me revelaré con mi gloria (== kabod ) a todo Israel y así verán y vivirán para siempre” 17 . En el NT el aspecto mencionado de la visión se halla superado por el de la participación. Mi último día discurrirá en la contempla- ción de la gloria. Y la esperanza de la gloria y de nuestra participa- ción en el!a es segura porque no se apoya en nosotros, sino en la comunicación que se nos da de la misma: “Cuando Cristo, vuestra vida, aparezca, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él” (Col 3,4). La participación en la doxa -gloria es la participación en Cristo, unas veces en la esperanza y otras en la plenitud de la consuma- ción. La acción de Dios a favor de los hombres alcanza la finalidad que se había propuesto en la resurrección. Del mismo modo su lla- mada inicial (su kalein o vocación-llamada) alcanza su culminación en la vida eterna, que es la finalidad de la llamada: “Así, cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona inmarcesible de la gloria”... “Y el Dios de toda gracia, que os ha lla- mado a su eterna gloria en Cristo, después de un corto sufrimiento, él mismo os restablecerá, os fortalecerá, os robustecerá y os consoli- dará” (1P 2 5,4.10). Esto explica que la gloria sea el objeto de la esperanza cuya certeza es, al mismo tiempo, motivo de gloria (Rm 5,2). c) Liberación de lo encadenado En el tiempo presente, el hombre, alejado de Dios, apenas vis- lumbra –y difícilmente puede traducir– la forma o el modo divino conforme a los cuales y para los cuales fue creado , pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios (Rm 3,23). Los gemidos y dolores de parto (de los que habla san Pablo), los anhelos actuales están orientados a la gloria que ha de manifestarse en noso- 17 F. FERNÁNDEZ RAMOS, O.c., 4 nota 26: G. KITTEL, Doxa , en el comentario respectivo in loco de TWzNT , 254 en particular.

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