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MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES 520 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 519-542, ISSN: 0470-3790 el espacio infinito, la investigación y descubrimiento de la verdad del universo y la contemplación heroica de la naturaleza de las cosas. La visión cosmológica se extiende a la concepción antropológica. En virtud de las fuerzas cósmicas, el hombre también posee la capacidad de inagotable creación y forma parte de un proceso de metamorfosis infinita. La visión infinita del cosmos y la manifestación de la divini- dad en el hombre conlleva una reforma radical del individuo y de la sociedad. El hombre es el protagonista y creador de su mundo y civi- lización, de su destino en la historia, que sólo puede progresar por la libertad y el esfuerzo. Se trata de valorar la acción humana que es capaz de abrirse a resultados fuera de lo común. La unidad divina y la unidad del universo determinan la finalidad del conocimiento humano. La unidad conlleva buscar un fundamento único para las facultades cognoscitivas que deben dirigirse hacia un principio y objeto universales. Para alcanzar la culminación de la verdad, el hombre debe predisponerse hacia ella de acuerdo con la búsqueda y elección de lo divino hacia él y no hacia otro hombre. El acceso a la unidad es elitista y no místico. Sólo una minoría es o bien escogida o bien idónea para investigar la máxima verdad 1 , que puede 1 En el De immenso et innumerabilibus (en Jordani BRUNI NOLANI, Opera latine conscripta , publicis sumptibus edita, recensebat F. Fiorentino [F. Tocco, H. Vitelli, V. Imbriani, C.M. Tallarigo], Neapoli, apud Domenico Morano [Florentiae, typis successorum Le Monnier], MDCCCLXXIX-XCI, 3 vols. en 8 partes (reimpresión en fac- símil, Friedrich Fromman Verlag Gunther Holzboog, Stuttgart - bad Cannstatt, 1962), I, 1 (liber I-III), I, 2 (liber IV-VIII), liber III, 313-320), Bruno recuerda una experiencia de la infancia en que reconoce la primera advertencia de observar la verdadera condición de las cosas y no su apariencia. Nola y sus ciudadanos son motivo no sólo de crítica sino también de encomio, de suerte que, en no pocas ocasiones afirma (G. BRUNO, De imaginum compositione , en Jordani BRUNI NOLANI, Opera latine conscripta , O.c. , II, 3, liber III, 282; Oratio consolatoria , en Jordani Bruni Nolani, Opera latine conscripta , O.c. , I, 1, 31-32; Oratio valedictoria , en Jordani Bruni Nolani, Opera latine conscripta , O.c. , I, 1, 24; Sigillus sigillorum , en Jordani BRUNI NOLANI, Opera latine conscripta , O.c. , II, 2, 75 y 87) con orgullo su origen natal que, además, define su filosofía (nolana) e inspiración. Familias Bruno existían en Nola desde 1452 y entre 1522 y 1563, la mayoría de estas familias fueron dominadas por la miseria. Durante el siglo XVI, era frecuente en Nola el culto a la filosofía y a la literatura. Sobre Nola, cf. V. Spampanato, Vita di Giordano Bruno con documenti editi ed inediti , con una Prefa- zione di N. Ordine (Paris/Torino 2000) 16, 30, 33 y nota 3.

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