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ASUNCIÓN ESCRIBANO HERNÁNDEZ 462 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 429-474, ISSN: 0470-3790 Por otra parte, en el vecino ámbito de la publicidad, hemos entrado en lo que se conoce como “márketing viral”, que consiste en crear campañas de bajo coste con el objetivo de que se difun- dan mediante el “boca a boca” y en las que la difusión a través de Internet supone un elemento destacado. Buen ejemplo de ello fue- ron el año pasado el lanzamiento del vídeo de la famosa canción “Amo a Laura”, de un grupo inexistente, o el también vídeo en el que se mostraba el supuesto robo en el Congreso de los Diputados del escaño del presidente Zapatero, hecho fingido que nunca llegó a existir. Ambos ejemplos, realizados por la agencia catalana BBDO 75 , están indicando que los muros de la presa que contenía las aguas del equilibrio entre la verdad y la mentira, lo objetivo y lo subjetivo, lo real y lo virtual, categorías más o menos impermeables y básicas en los análisis de carácter científico incluso en el ámbito de las cien- cias sociales, han cedido por completo, anegando a la Comunica- ción con el relativismo más absoluto. Pero, además, no podemos hablar de lo verdadero en la Comunicación sin aludir al lenguaje. Considero, en este sentido, urgentemente necesario mostrar lo inevitable de ejercer un uso res- ponsablemente correcto de la palabra, conscientemente lejos de lo que González de Cardedal denominase “el secuestro semántico” 76 al escribir que: “Las transformaciones más profundas en la historia social y en la convivencia individual se inician con los cambios de significación en las palabras. Por ello, la amenaza más radical que el cristianismo sufre hoy le viene de una insensible pero lenta devaluación de sus palabras específicas, bien porque se las generaliza en el uso, se las devalúa en la fuerza explicitadora o, sencillamente, porque se las silencia” 77 . 75 E. MUÑOZ y D. VÁZQUEZ, Realismo sin cortes: la verdadera historia, en La Razón , 8-10-06. 76 O. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, El secuestro semántico, en La palabra y la paz (Madrid 2000) 241-246. 77 Ib. 241.