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LOS TRASCENDENTALES EN LA COMUNICACIÓN: UNA PROPUESTA EDUCATIVA… NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 429-474, ISSN: 0470-3790 461 dores en una firme resistencia al relativismo conceptual del término verdad. Sólo si les enseñamos que no se puede jugar frívolamente a mezclar la verdad y la mentira puedan evitarse las numerosas distor- siones que, en este sentido, enturbian la comunicación actual. Un ejemplo reciente de esta desvirtualización de lo que es verdad lo pudimos ver a finales de 2006 cuando en Bélgica la tele- visión francófona emitió en medio de su programación un infor- mativo con una noticia falsa cuyo titular anunciaba que “ Flandes ha proclamado unilateralmente su independencia” y que durante cerca de media hora fingió toda una serie de posibles reacciones ante el acontecimiento, sumiendo al país en el caos político 73 . Las consecuencias sociales y políticas que podía tener una noticia tal, que implicaba la independencia del sur valón de la rica zona fla- menca del norte del país (un ejemplo, por otra parte, fácilmente extrapolable al caso español y que, tal y como están los ánimos, hubiera provocado similares protestas) eran de tal calibre que se hace difícil comprender la frivolidad con la que la cadena pública RTBF llevó a cabo tan grotesco simulacro y que concluiría alrededor de media hora después anunciando que “Era una broma”. Era “un documental de ficción que pretendía suscitar el debate” fue la res- puesta de los responsables del programa. No resulta difícil concluir, a partir de hechos de este calibre, que violaciones de la deontología periodística como ésta no contribuyen sino a tensar los ánimos en las sociedades de un modo injustificable y absolutamente contrarios a los principios que deben regir cualquier proceso de comunicación verdadero 74 . 73 La ‘guerra de las regiones’ en Bélgica, en El País, 15-12-06. “El 89% lo había creído en un primer momento y el nerviosismo se propagó por el país. Los mili- tares se acuartelaron, hubo gente que corrió al banco a sacar su dinero y otros se resignaron y lloraron”, ib . 74 Otro ejemplo de este modo de “entretener” y “comunicar” que está contri- buyendo a constituir un verdadero género entre los concursos de los últimos años, es el de un programa televisivo en Holanda con enfermos renales como concur- santes que pugnaban por obtener un riñón, y donde una actriz se hacía pasar por enferma para conseguir donantes. Cf. La gran farsa del riñón, en El País , 2-6-07, 40.

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