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ASUNCIÓN ESCRIBANO HERNÁNDEZ 454 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 429-474, ISSN: 0470-3790 desde determinada ideología, cabe distinguir con claridad entre la indiferencia del comunicador o su mirar esperanzado. Por ejemplo, con el siguiente titular, publicado en La Vanguardia el miércoles 9 de marzo de 2007: “Tres inmigrantes fallecen a bordo de una patera que navegaba rumbo a Canarias”, la periodista Silvia Fernández publica una información sobre la muerte. Por el contrario, el mismo día, en El País , Juan Manuel Pardellas habla de la vida y de sus gestos hermosos al presentar la misma noticia con las siguientes palabras: “ Rescatado al sur de Tenerife un cayuco con 49 ‘sin papeles’, tres de ellos muertos”. Véase este otro ejemplo similar. En todos los periódicos del 29 de mayo de 2007 la imagen era la misma: una almadraba o inmensa red de pesca de atunes arrastrada por un pesquero y, agarrados a ella, 26 inmigrantes que habían naufragado. Pero los titulares que acompañaban a la fotografía en cada periódico eran muy distintos. Así, El Mundo , optaba en su crónica por ejercer la acusación del Estado que no desea hacerse cargo de los inmigrantes y cuyo barco no les había concedido auxilio anteriormente: “Malta abandona a los inmigrantes náufragos” Por su parte, El País hacía hincapié en la vertiente positiva del hecho, la salvación de los náufragos, al titular del siguiente modo: “Inmigrantes africanos sobreviven tres días agarrados a una red en el Mediterráneo” Por último, era, en esta ocasión, el diario La Vanguardia el que prestaba mayor atención desde el punto de vista humano, teniendo en cuenta los aspectos sociales y humanos de la noticia (con metá- fora cristiana incluida), al titular acertadamente de la siguiente manera:

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