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LOS TRASCENDENTALES EN LA COMUNICACIÓN: UNA PROPUESTA EDUCATIVA… NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 429-474, ISSN: 0470-3790 443 no tiene el mismo modo de ser que el de los clásicos” 35 . En efecto, y una ramificación de esta misma idea es la que vertebraría años des- pués un informe “sobre el saber en las sociedades más desarrolladas” que se convertiría en el punto de partida de la corriente filosófica denominada Postmodernidad: “el saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las sociedades entran en la llamada era postindustrial y las culturas en la edad llamada postmoderna” 36 . A este acontecimiento o peculiar situación de la historia del conocimiento, el pensador francés lo denominó “discontinuidad en la episteme”, significando con ella la obligatoria necesidad de llevar a cabo un desplazamiento mental que permita a una gene- ración comprender su tiempo independientemente de como era entendido hasta ese momento. Otro reflejo más, aplicado también a la encrucijada actual, lo constituirían las palabras de Jeremy Rifkin sobre el hecho de que “estamos ante un mundo de símbolos, de redes y bucles de retroalimentación, de conexiones e interacción, cuyas fronteras se oscurecen, donde todo lo sólido se desvanece en el aire” 37 , 3. C OMUNICACIÓN Y H UMANISMO Sin embargo, tal situación, que en mi opinión conduce a un callejón sin salida, pues ambos mundos (el científico y el de la cul- tura de masas) constituyen universos paralelos, debe ser superada por los comunicadores a favor de una perspectiva humanística en la tradición más clásica del humanismo cristiano. Se trataría de la tercera de las áreas del bosque de la Comunicación a que me he referido, y desde la que habría que partir para recolonizarlo con nuevas espe- cies para el futuro. Esto supone, en primer lugar, una visión crítica de 35 M. FOUCAULT, Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas (México 1993) 7. 36 J.-F. LYOTARD, La condición postmoderna. Informe sobre el saber (Barce- lona 1993) 13. 37 J. RIFKIN, La era del acceso. La revolución de la nueva economía (Barce- lona 2000) 187.