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CARLOS NOVOA 396 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 algún pecado de éste, sino amonéstelo y sopórtelo benignamente, con toda paciencia y humildad”. Del texto podemos inferir que la práctica de la corrección fra- terna es un hecho entre los hermanos. Lo que se acentúa es justa- mente la calidad con la que se debe realizar, para no caer en el jui- cio temerario. Sin lugar a dudas, el juicio le corresponde sólo a Dios. Francisco ha sido en parte ya juzgado por la Misericordia y ésta será la invitación que hará a los mismos frailes, estableciendo así el tipo de actitud que habrá de primar en las relaciones fraternas. Delante del pecado del otro una actitud interior formulada en negativo: no se deje llevar de la ira. Y el resto formulado en positivo: “amonéstelo y sopórtelo benignamente, con toda paciencia y humildad” 95 . 4. E N SÍNTESIS Recogiendo los resultados de este segundo capítulo, a grandes pinceladas, podríamos afirmar cuanto sigue: – La lectura estructural de la carta a un ministro nos revela, no sólo una variada posibilidad de acercamiento a la misma, como en la práctica hemos realizado; sino, también, diver- sos modos de leerla sin traicionar su contenido fundamen- tal. – Así nos hemos concentrado, en primer lugar, en una repeti- ción sostenida de la conjunción coordinadora “et” , que le da a la carta un “andar” sin obstáculos que traben la lectura, a la vez que una simultaneidad de contenidos, colocados uno después del otro, como si se tratase de una gran formación de vagones de un tren pronto para partir. – En segundo lugar, intentando una estructuración un poco más compleja, a partir de los llamadores lexicales repetidos en la carta, hemos constatado su articulación epistolar clara, 95 La pertinencia semántica y de significado con la Adm 27, 2 es absoluta: Donde hay paciencia y humildad, allí no hay ira ni turbación.