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CARLOS NOVOA 394 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 Lejos de considerar los epítetos de Francisco respecto a los hermanos, como un insulto a su dignidad 90 , sino como el encuentro asimétrico, donde no puede ser abolida la diferencia entre Dios y el hombre. Encuentro que se revela salvífico porque la misericordia se inclina delante de la miseria 91 . iii. Propuesta a los frailes Teniendo en cuenta que las Admoniciones son una Collatio de Francisco a sus frailes, podemos leer la Adm 27 como el himno que las condensa y las transforma en canto de alabanza. En esta admo- nición las virtudes son presentadas en binomios (excepto 27, 5) con sus respectivas antítesis en los vicios que se les contraponen 92 . Adm 27, 6 “Donde hay misericordia y discreción, allí no hay superfluidad ni endurecimiento”. Descubrimos en forma cruzada la relación entre virtud y vicio: misericordia/endurecimiento y discreción/superfluidad. En forma lineal entendemos que la misericordia y la discreción se necesi- tan mutuamente. La misericordia está en el territorio del corazón, mientras que la discreción reina en el territorio de la inteligencia. La una es compasión entrañable, la otra razón que ilumina. Para que la mirada delante de los otros no se endurezca, tornándose intran- sigente, es necesaria la misericordia. De la misma manera que para evitar la superficialidad de las relaciones, es necesaria la discreción. Más aún, una misericordia, puro corazón y entrañas, puede llevar en relación a los demás a un laxismo facilista si no va acom- pañada por la discreción que relativiza, ordena, discierne y mueve a actuar sin dureza ni superficialidad. 90 Afirmar lo cual, no es de ninguna manera aceptable en Francisco. Léase la Adm 5. 91 Nótese el bellísimo contraste que Francisco establece entre: misericordia/ miserabilibus et miseris . 92 Véase todo el desarrollo en M. A. LAVILLA MARTÍN, La misericordia en San Francisco de Asís , 273-274.

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