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EPISTOLA AD MINISTRUM NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 387 iv. En los Testamentos ( TestS y Test ) Entre ambos testamentos de Francisco, podríamos encontrar, sin forzarlo, un paralelismo temático, a pesar de la diversa extensión de cada uno. En el primero (TestS) declara su voluntad brevemente, en tres palabras. En el segundo (Test), las palabras se multiplican como en un sucederse de recuerdos y convicciones, aún conser- vando los tres ejes del TestS. TestS Test v. 3: se amen siempre mutuamente en señal del recuerdo de mi bendi- ción y mi testamento v. 4: amen siempre a nuestra señora la santa pobreza y la observen v. 5: vivan siempre fieles y sujetos a los prelados y a todos los clérigos de la santa madre Iglesia v. 14-41: Fraternidad v. 1-3: Pobreza v. 4-13: Eclesialidad Francisco es conciente de haber sido, durante toda su aventura evangélica, objeto de la Providencia. Así lo expresa en su Test cada vez que dice: el Señor me dio/me reveló/me condujo. El Señor es el protagonista indiscutido de estas acciones porque Él las realiza y Francisco las recibe y acepta. Los hermanos, en este horizonte, no han sido una elección de Francisco, sino un regalo, un don del cual Dios lo hizo objeto y que él supo recibir y asumir como tal. La fraternidad evangélica abra- zada por el santo se constituye como “lugar teológico” donde Dios quiso poner a su servidor. “Y después que el Señor me dio hermanos, nadie me mostraba qué debía hacer, sino que el mismo Altísimo me reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio” . Es justamente en la fraternidad donde Dios se revela a Francisco. Es en la fraternidad donde acontece la revelación de la forma de vida de los menores: vivir el santo Evangelio. Esta revelación vocacional no tiene otro ámbito que no sea el de la fraternidad, porque siendo

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