NG200802001
EPISTOLA AD MINISTRUM NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 371 Justamente es el primado del amor y de la comunión fraterna lo que está a la base de la obediencia como la concibe Francisco. Ciertamente, mucho más desafiante que un esquema de obediencia que se fundamente en la sola fe y sobre la cual se haya de aceptar lo mandado de Padre a hijo. Francisco no repite en su fraternidad evangélica el modelo de familia en sus relaciones internas, sino que va al fundamento de las relaciones propuestas por Jesús: Son mi madre y mi hermano los que escuchan la palabra de Dios y la prac- tican. No sobre la sangre sino sobre el agua del Bautismo se funda la obediencia entre hermanos. Por otra parte, la obediencia mantiene el lazo fraterno sin que se rompa la comunión aún en el extremo de la desobediencia y de la persecución hasta entregar la vida. Porque así como el Hijo de Dios entregó su vida por obediencia al Padre, así el hermano menor ha de estar dispuesto a entregar su vida por amor a sus hermanos. vii. En el Saludo a las Virtudes ( SalVir ) Es en esta particular lauda, donde la obediencia se hace ala- banza, que encontramos la cumbre de nuestro recorrido en los escritos de Francisco. De hecho la sumisión a toda criatura por Dios constituye un tema relevante en el pensamiento y en la experiencia de san Francisco de Asís. La llamada de Francisco a la sumisión total es una relectura inspirada en la 1 Pe 2, 13 , de la cual él capta el sen- tido original, aplicándolo al momento histórico que vive 69 . SalVir 3 “¡Señora santa caridad, el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia!” SalVir 14-18 “La santa obediencia confunde a todos los propios quereres corporales y carnales; y mantiene mortificado su cuerpo para obedecer al espíritu y para obedecer a su hermano, y está sujeto y sometido a todos los hombres que hay en el mundo; y no sólo a los hombres, sino también a todas las bestias y fieras, para que puedan 69 Cf. M. A. LAVILLA MARTÍN, La sumisión a toda criatura por Dios, pro- puesta por Francisco de Asís. Un pasaje de la historia exegética de 1 Pt 2, 13 , en Antonianum 74 (1999) 497.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz