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CARLOS NOVOA 356 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 En un contexto de corrección fraterna colocar este fundamento leído de modo intercambiable con la obediencia es ciertamente original y fuerte 55 . Más fuerte aún cuando este modo de obedecer que supone el servicio mutuo por amor, viene calificado de santo y verdadero porque pertenece a nuestro Señor Jesucristo: Y esta es la verdadera y santa obediencia de nuestro Señor Jesucristo (5, 15). Rnb 5, 16-17 “Y todos los hermanos, cuantas veces se aparten de los mandatos del Señor y vaguen fuera de la obediencia, sepan que fuera de la obediencia son malditos, como dice el profeta, mientras permanezcan a sabiendas en tal pecado. Y cuando perseveren en los mandatos del Señor, que prometieron guardar siguiendo el santo Evangelio y esta vida, sepan que permanecen en la verdadera obe- diencia, y sean benditos del Señor”. Continuando con el capítulo de la corrección fraterna, Francisco abre su partitura musical sobre la obediencia a un nuevo registro de voces. La obediencia ya no es presentada como un lugar (la fraterni- dad) sino como una situación vital, existencial; esto es: permanecer dentro de la obediencia o vagar fuera de ella. En la primera afirmación, el concepto de vagar fuera de la obediencia viene aplicado a aquellos hermanos que se apartan de los mandatos del Señor. De hecho, la voluntad de Dios mantiene al hermano menor dentro de la obediencia. Por otra parte, se puede leer entre líneas lo que era una preocupación que no caía fuera de la atención del santo: los hermanos menores, si bien, peregrinos y forasteros en este mundo, no pueden asimilarse a los demás herejes que so pretexto de vivir una vida evangélica vagaban por los cami- nos y predicaban sin la obediencia de la Iglesia. Tanto es así que a los que persisten en tal actitud los llama mal- ditos por permanecer a sabiendas en el pecado como situación de vida anteriormente aludida. La segunda afirmación, contrastante con la primera, recae sobre aquellos que perseveran en los mandatos del Señor, éstos son los 55 Cf. D. DOZZI, Il Vangelo della Regola non bollata di Francesco d’Assisi, Roma 1989, 155-173, donde abunda pormenorizadamente sobre el tema.

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