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CARLOS NOVOA 352 NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 hemos en parte ya comparado en los apartados anteriores. Por eso no nos detendremos en ellos. a. Obediencia i. En la Regla no bulada ( Rnb ) Según lo que el mismo Francisco expresa en el Testamento, al final de su vida, la Regla fue escrita porque “nadie me enseñaba lo que debía hacer, sino que el Altísimo mismo me reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio. Y yo lo hice escribir en pocas palabras y sencillamente y el señor Papa me lo confirmó” 51 . Podemos entonces afirmar que la clave de interpretación de la Regla es el Evangelio mismo, porque inspirador. No es aquí el caso de detenernos en el recorrido histórico que llevó a la redacción de esta Regla, llamada primera o no bulada y datada en 1221. Nos basta afirmar junto con Guerra que “el texto es amplio, sin prisas, sin demasiada concretez jurídica, y deja espacio al corazón, a la poesía, a la fe. Habla, indudable y cordialmente, el hermano Francisco” 52 . Es en este contexto de cordialidad e intimidad fraterna donde tenemos que leer los textos que nos interesan porque referidos a la obediencia. Vayamos a ellos. Rnb 1, 1 “La regla y vida de estos hermanos es ésta: vivir en obe- diencia, en castidad y sin nada propio, y seguir la doctrina y las hue- llas de nuestro Señor Jesucristo”. Como obertura de toda esta composición “musicalmente evan- gélica”, la obediencia aparece ya en relación a los otros dos caracte- rísticos consejos evangélicos de la castidad y la pobreza (que Fran- cisco lee, interpreta y vive como “despropiación”-sine proprio). Por otro lado, en lo que es el núcleo de la frase y que por lo tanto da la colocación teológica de la obediencia, ésta se manifiesta como un 51 Test . 14-15. 52 J. A. GUERRA, San Francisco de Asís. Escritos , 106.

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