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EPISTOLA AD MINISTRUM NAT. GRACIA LV 2/mayo-agosto, 2008, 323-428, ISSN: 0470-3790 351 Respecto del texto legislativo propuesto como borrador, ya hemos hecho algún comentario. Todavía sería oportuno agregar la preocupación del santo en que todo sea actuado según un criterio fraterno. Ningún hermano puede abrogarse el derecho de juicio sobre el hermano que ha pecado; mucho menos caer en la difama- ción, por el contrario, está llamado a mantener en secreto el pecado del hermano, porque es enfermo (cf. Mt, 9, 12; Mc 2, 17) y necesita un médico ( EpMin 15). Y aún más, el hermano pecador no será abandonado, sino acompañado por otro hermano a la presencia del custodio que lo atenderá con misericordia, como quisiera ser él mismo tratado en caso semejante ( EpMin 17). Se agregan después las disposiciones sobre la confesión, que ya hemos comentado oportunamente. Dentro del criterio fraterno, no ocupa un menor lugar el Capí- tulo; todo ha de ser referido a este momento de Pentecostés, cuando en la presencia del Espíritu Santo, dador de todo bien, el ministro ya no estará solo, como se indicaba al inicio de la carta, sino que estará con sus hermanos. Y será allí, en el ámbito de la fraternidad, donde procurarán realizar todo aquello que sea necesario para aco- ger con misericordia a los hermanos que han pecado, con la ayuda del Señor Dios ( EpMin 21-22). 3. S EMEJANZAS TEMÁTICAS CON LOS DEMÁS ESCRITOS En el tercer nivel de lectura de la carta, pretendemos relevar diacrónicamente las similitudes temáticas con los demás escritos de san Francisco. Para circunscribir la relectura teológica de la carta, que rea- lizaremos en el último capítulo de este trabajo, analizaremos las resonancias de los tres términos que consideramos centrales. Por lo cual, nos detendremos en la obediencia, la fraternidad y la mise- ricordia 50 . Otros términos recurrentes, si bien con brevedad, los 50 Veáse G. BOCCALI, Concordantiae verbales opusculorum S. Francisci et S. Clarae Assisiensium , Assisi 1995², 437-438.549-550.586-587.