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UNA INTERPRETACIÓN DE LAS POSICIONES METAFÍSICAS… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 261-286, ISSN: 0470-3790 285 concreta y física aprehendida directamente en y por los sentidos. Por consiguiente, a los conceptos abstractos físicos corresponde una rea- lidad concreta y física ” 83 . El posible vacío de contenido óntico podría plantearse a la hora de hablar del concepto unívoco de ente, que es, además, el objeto propio del entendimiento humano según su naturaleza y que abre el camino para entender todo lo demás. ¿Es realmente un concepto neutro y vacío? ¿Cómo hemos de entender la realidad del conocimiento metafísico? Porque aquí ya se ha dado un paso ulte- rior. Hay, primero, una intelección de las cosas conocidas por los sentidos. Pero, ahora se trata de la intelección misma, “ la intelección de la intelección ” 84 . La esencia metafísica tendría, por un lado, neutralidad o indife- rencia esencial y lógica; por otro lado, una comunidad esencial. Sería esencialmente neutra “ en cuanto de sí no es ni física ni otra cosa, sino que puede ser una y otra cosa indiferentemente: en lo físico se realizará como física, en lo no físico o espiritual se realizará como espiritual; en sí misma sólo puede llamarse esencia metafísica ” 85 . También sería lógicamente neutra “ en cuanto de sí no es ni sin- gular ni universal, sino indiferente a lo singular y a lo universal: si alguien la hace existente será singular, y si una mente la universa- liza estableciendo relaciones lógicas, será universal ” 86 . Ciertamente, Duns Escoto, a la hora de hablar del concepto de ser, quiere alejar cualquier posibilidad de predicación equívoca, 83 “Introducción general”, en O. c. , 37. Un poco más adelante escribe: “ Los conceptos físicos que no prescinden de su relación con la realidad física únicamente son comunes en sentido lógico, y su comunidad o univocidad supone la analogía físico-existencial de la realidad ” (40). 84 Ib., 39. 85 Ib . 86 “ La comunidad o univocidad de la esencia metafísica en sí o del concepto metafísico, como prescinde de la realidad físico-existencial, no es ni física ni lógica, sino que es el presupuesto esencial de toda analogía existencial y al mismo tiempo el fundamento de la univocidad lógica; y sin este presupuesto unívoco carece de sen- tido tanto la analogía existencial como la univocidad lógica ” ( Ib ., 40).

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